Terapias
Psicólogos Santander - La terapia psicológica es el trabajo conjunto entre la persona aquejada de un problema y el psicólogo.
Nunca se interpretará a la persona como un sujeto pasivo, sino como alguien que pretende conseguir un cambio en su vida apoyándose en la figura del psicólogo. La labor del psicólogo en este proceso es poner a su disposición conocimientos, herramientas, opciones… y encontrar conjuntamente las fórmulas más ventajosas que aumenten la calidad de vida y hagan desaparecer el sufrimiento.
Consideramos a la persona de un modo integral, reconociendo que son múltiples las áreas y factores que configuran nuestra personalidad y nuestra forma de afrontar la realidad diaria. Por ello, realizamos un abordaje global de las problemáticas, teniendo en cuenta aspectos biológicos, psicológicos y sociales.
Pero nuestro objetivo es no extendernos más de lo necesario en las terapias a aplicar, debemos valorar el tiempo del paciente y su dinero. El espíritu del Gabinete tiene como premisa la efectividad y la brevedad en las terapias para conseguir la máximo provecho en el menor espacio de tiempo posible. Por supuesto, el tiempo que necesita cada paciente para su recuperación es algo a tener en cuenta desde el primer momento, pero parte de nuestro trabajo consiste en compaginarlo con los tiempos terapeúticos.
La terapia psicológica o psicoterapia, es el nombre que recibe el conjunto de técnicas usadas por el psicólogo clínico, con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes. A través de la psicoterapia se logra modificar la conducta para evitar aquellos comportamientos y pensamientos que nos provocan malestar.
La psicoterapia es un tratamiento de colaboración basado en la relación entre una persona y el psicólogo. Como su base fundamental es el diálogo, proporciona un ambiente de apoyo que le permite hablar abiertamente con alguien objetivo, neutral e imparcial.
Los motivos que pueden llevar a una persona a beneficiarse de la psicoterapia son amplios. En ciertos momentos de la vida, la persona puede desarrollar sentimientos, pensamientos o comportamientos que perjudican a su bienestar general y que limitan su desarrollo y progreso en algún ámbito de su vida.
El psicólogo es un profesional especializado en comprender el comportamiento humano, que dirige todos sus conocimientos a ayudar a los demás a superar estas dificultades.
En ocasiones, nos encontramos ante situaciones difíciles, que no sabemos cómo resolver y que afectan a nuestra felicidad. A veces, resulta complicado encontrar las soluciones y las herramientas que necesitamos. El primer paso para recuperar el bienestar y la felicidad es tomar consciencia de la necesidad de solicitar ayuda y dar el paso de acudir al psicólogo.
La atención psicológica se dirige a todo tipo de persona y edad:
- Niños (Elaboramos Informes de altas capacidades y pedagógicos para colegios y otros profesionales. No trabajamos conducta, ni terapia en niños)..
- Adolescentes (de 16 a 20 años)..
- Adultos.
- Tercera Edad.
Tipos de Terapias:
En el apartado de Problemas que tratamos se recogen algunos de los problemas que atendemos en el Gabinete de Psicología, entre las más habituales están;
- Depresión.
- Ansiedad.
- Estres.
- Problemas de la vida diaria. Preocupaciones. Falta de Motivación.
- Orientación y toma de decisiones. Apoyo en situaciones difíciles.
- Problemas de relación: Inadaptación, Autoestima, Complejos, Tics nerviosos....
- Problemas de Pareja; Crisis, Celos, Infidelidad, Rupturas….
- Problemas Sexuales; Disfunción erectil,
- Problemas Laborales.
- Niños y Adolescentes; Informes para colegio y estudios, bullying, Altas Capacidades, evaluaciones….
- Fracaso Escolar y Problemas en estudios superiores (incluida la Universidad). Presión ante los exámenes.
- Traumas y Duelos
- Miedos y Fobias.
- Pensamientos Obsesivos.
- Adicciones; a través del Plan Tutela
- Trastornos de la Alimentación.
- Trastornos del Sueño.
- Síndrome del Cuidador.
- Problemas en la Tercera Edad.
- Etc.
Respondemos a la pregunta ¿CUANDO ACUDIR AL PSICÓLOGO?
- Cuando hay un problema que dificulta o impide vivir de la forma deseada, o que produce gran malestar y sufrimiento.
- Cuando ese problema dura más de lo normal y se siente que no merece la pena vivir con esa carga porque el malestar emocional es considerable.
- Cuando el pesimismo y la visión negativa sobre la vida es superior a lo positivo.
- Cuando se siente que todo o casi todo sale mal, haga lo que haga para solucionarlo y se intente lo que se intente.
- Cuando levantarse por las mañanas es ya una carga difícil de llevar a cabo porque el día a día es interminable.
- Cuando cuesta tomar decisiones y los propios miedos e inseguridades no dejan avanzar y bloquean.
- Cuando la persona se siente perdida y le gustaría conocerse mejor, aumentar su autoestima y saber realmente lo que quiere.
- Cuando su timidez e inseguridades no le dejan relacionarse, ni mantener relaciones de amistad o de pareja.
- Cuando la persona se ha ido llenando de inseguridades que han ido creciendo con el tiempo y que ha terminado dando por ciertas.
- Cuando domina la desesperanza en la vida.
- Cuando la relación con los demás supone un sobreesfuerzo difícil de llevar y el cansancio comienza a hacer mella en las relaciones familiares y sociales.
- Si un ser querido tiene problemas, es menor de edad, y no sabemos cómo ayudarte.
- Si la relación con las personas queridas se ha deteriorado y no se sabe cómo solucionarlo.
- Si nada causa emoción o alegría, y la ilusión por cosas nuevas ya no se convierten en iniciativas.
- Si la mayor parte de los pensamientos diarios se centran en los problemas familiares, laborales, económicos, de salud…
- Si en general, domina la tristeza, el dolor, la angustia….
No lo dude. Con uno solo de estos pensamientos, es conveniente que busque ayuda.
¿Cuánto dura la terapia psicológica?
Es una pregunta de difícil respuesta, porque no se trata de un proceso casi automático como cuando un médico nos da una aspirina para el dolor de cabeza y en poco tiempo es muy probable que el dolor remita. Estamos hablando de procesos en los que interviene la persona, es ella la que debe cambiar, por dicho motivo, y en función del tipo de persona, la motivación y sus recursos interiores y personales, se pueden producir grandes variaciones en la duración de la terapia.
Quizás puedan servir unas cuantas sesiones, o precisar de algún mes para su superación. Pero en todo caso es un proceso abierto que profesional y paciente van evaluando a lo largo de la terapia. Intentamos ser concisos porque valoramos mucho el tiempo del paciente.
La terapia psicológica se puede dividir en 3 partes diferenciadas;
El psicólogo hace una recogida de datos en base a:
- Genograma familiar.
- Datos biográficos.
- Problemática actual; personal, laboral, familiar, pareja, hijos, ocio, etc.
- Sintomatología.
- Pruebas psicométricas, cuestionarios, test.
- Otros.
Posteriormente, se realiza un análisis funcional, es decir, un planteamiento que explique el origen y la permanencia del problema.
El profesional pone en conocimiento de la persona su hipótesis explicativa y se hace una valoración conjunta.
Este proceso se realiza en una o dos sesiones.
Un aspecto fundamental de la intervención psicológica es la evaluación inicial. El psicólogo recopila información sobre la historia personal, los síntomas y las dificultades actuales del individuo. Esta evaluación permite al psicólogo comprender mejor las necesidades del cliente y desarrollar un plan de tratamiento adaptado a su situación particular.
Se trabaja con el paciente la adquisición de nuevas habilidades mediante el aprendizaje de diferentes técnicas/métodos que permiten afrontar los problemas en tres niveles: cognitivo, conductual y emocional (o fisiológico). Se ofrecerá al paciente indicaciones o tareas que pueda poner en funcionamiento en su vida cotidiana pudiendo comprobar la utilidad de las mismas. Los cambios han de ser efectivos, duraderos y los debe de saber generar uno mismo con la idea de que cada vez sea más autónomo e independiente.
La intervención psicológica por parte de un psicólogo es un proceso terapéutico diseñado para abordar y tratar diversas dificultades emocionales, mentales y conductuales que pueden afectar la calidad de vida de una persona. El papel del psicólogo es brindar apoyo profesional, comprensión y orientación para ayudar a las personas a superar sus problemas y promover un bienestar psicológico óptimo.
La intervención psicológica se basa en una relación de colaboración entre el psicólogo y el individuo que busca ayuda. Durante las sesiones terapéuticas, el psicólogo brinda un espacio seguro y confidencial donde la persona puede expresar sus preocupaciones, explorar sus emociones y trabajar hacia soluciones constructivas.
Se realiza una supervisión de la evolución del paciente con una temporalidad diferente según cada caso. El objetivo es asegurar la evolución y mantenimiento en el tiempo, y así garantizar el éxito de la intervención.
El seguimiento puede variar dependiendo de la situación y las necesidades individuales de cada persona. En general, implica programar sesiones de seguimiento periódicas para revisar el estado actual, discutir los logros y desafíos desde la finalización de la intervención y proporcionar un espacio para abordar cualquier inquietud adicional.
Durante las sesiones de seguimiento, el psicólogo puede evaluar la eficacia de las estrategias y técnicas aprendidas durante la terapia y realizar los ajustes si es necesario. Esto permite adaptar el enfoque terapéutico a medida que el individuo continúa su proceso de crecimiento y cambio.
Es importante destacar que el seguimiento tras la intervención psicológica no solo se centra en el tratamiento de los síntomas o dificultades específicas, sino también en el fomento del bienestar general y el desarrollo de habilidades de autorreflexión y autocuidado. El psicólogo puede trabajar junto con el individuo para establecer metas a largo plazo y brindar orientación para mantener un buen equilibrio emocional y una salud mental en el futuro.
En resumen, el seguimiento tras la intervención psicológica por parte de un psicólogo es esencial para evaluar el progreso, ajustar las estrategias y brindar apoyo adicional. Proporcione un espacio para mantener los cambios logrados, fortalecer las habilidades adquiridas y fomentar el bienestar continuo. El psicólogo está presente para apoyar al individuo en su camino de crecimiento y proporcionar recursos y orientación en caso de necesidad.
Las terapias y el psicólogo - La terapia individual
La terapia individual es una forma de intervención psicológica en la que una persona trabaja de manera privada y confidencial con un psicólogo para abordar y resolver problemas emocionales, mentales o conductuales. Es un proceso colaborativo en el que el psicólogo brinda apoyo profesional y guía al individuo en la exploración de sus pensamientos, emociones y comportamientos para promover el bienestar psicológico.
El primer paso en la terapia individual es establecer una relación de confianza entre el psicólogo y el cliente. El psicólogo crea un ambiente seguro y acogedor, libre de prejuicios y juicios, donde el individuo se siente cómodo para compartir sus preocupaciones y experiencias personales. Esta relación terapéutica de confianza y respeto proporciona una base sólida para el proceso terapéutico.
Durante las sesiones de terapia individual, el psicólogo utiliza diversas técnicas y enfoques terapéuticos según las necesidades del individuo. Algunas formas comunes incluyen la terapia cognitivo-conductual, la terapia psicodinámica, la terapia de aceptación y compromiso y la terapia centrada en soluciones, entre otras. El psicólogo adapta el enfoque terapéutico a las características únicas del individuo y sus objetivos específicos.
El papel del psicólogo en el proceso terapéutico es multifacético. En primer lugar, el psicólogo realiza una evaluación inicial para comprender los problemas y las dificultades que enfrenta el individuo. A través de entrevistas y cuestionarios, el psicólogo recopila información sobre la historia personal, los síntomas actuales, los factores desencadenantes y los patrones de pensamiento y comportamiento del individuo. Esta evaluación ayuda al psicólogo a formular un diagnóstico adecuado ya diseñar un plan de tratamiento personalizado.
Las cualidades de un buen psicólogo pueden variar, pero aquí hay algunas características comunes que se consideran deseables en un profesional de la psicología:
1. Empatía: Un buen psicólogo debe ser capaz de comprender y ponerse en el lugar de sus clientes, mostrando compasión y sensibilidad hacia sus experiencias y emociones.
2. Escucha activa: La capacidad de escuchar de manera atenta y activa es fundamental. Un buen psicólogo debe ser capaz de captar los detalles, los sentimientos subyacentes y las preocupaciones de sus clientes.
3. Comunicación efectiva: La comunicación clara y efectiva es esencial para establecer una buena relación terapéutica. Un buen psicólogo debe poder expresarse de manera comprensible y transmitir información y orientación de manera efectiva.
4. Capacidad de establecer alianza: La capacidad de establecer una relación de confianza y respeto mutuo con los pacientes es fundamental en la terapia. Un buen psicólogo debe ser cálido, amable y mostrar interés genuino en la vida y las experiencias de sus pacientes.
5. Competencia profesional: Un buen psicólogo debe tener un sólido conocimiento teórico y práctico en su área de especialización. Debe mantenerse actualizado con los avances en la psicología y aplicar técnicas y enfoques respaldados por la evidencia en su práctica.
6. Ética profesional: La ética es fundamental en la profesión de la psicología. Un buen psicólogo debe adherirse a los principios éticos y mantener la confidencialidad de los clientes. También debe ser consciente de sus propias limitaciones y buscar ayuda o derivar a los clientes cuando sea necesario.
7. Capacidad de resolución de problemas: Los psicólogos trabajan con pacientes que enfrentan diversos desafíos y problemas. Un buen psicólogo debe tener habilidades sólidas de resolución de problemas y ser capaz de ayudarles a encontrar soluciones efectivas.
8. Paciencia y tolerancia: La terapia puede ser un proceso largo y desafiante. Un buen psicólogo debe ser paciente y estar dispuesto a acompañar a lo largo de su viaje terapéutico, sin juzgar ni apresurar el progreso.
Estas son solo algunas de las cualidades que se consideran importantes en un buen psicólogo. Cabe destacar que cada profesional puede tener características individuales y enfoques de trabajo únicos que también pueden ser beneficiosos en la práctica de la psicología.