Tics y hábitos nerviosos


Tics y hábitos nerviosos
Tics y Hábitos nerviosos en niños y adultos en Santander – Los tics son movimientos o sonidos involuntarios, no rítmicos, repentinos, rápidos, recurrentes, no repetitivos y estereotipados, aunque esto no impide que pudieran haber sido iniciados deliberadamente en un origen.
En muchas ocasiones, estos tics son pasajeros, pero también cabe la posibilidad de que se instalen durante largos periodos, llegando incluso a la edad adulta. Cada tipo de tic tiene una edad orientativa de aparición.
Tics
De manera general, suelen existir tics motores y vocales o fónicos, aunque algunos autores también hablan de tics cognitivos. Los más frecuentes son los tics motores como parpadear, realizar muecas, arrugar la nariz, levantar los hombros, etc. Pero también encontramos personas que vienen a trabajar los tics vocales más sencillos; olfatear o aclarar la garganta, y algunos más complejos son la ecolalia (repetir el último sonido, palabra o frase oída) o la palilalia (repetir los propios sonidos o palabras).
Suelen aumentar en situaciones de estrés, ansiedad, enfado, cansancio, y cuando se está en una situación relajada y agradable.
Hábitos nerviosos
Por el contrario, según Servera (2002) los hábitos nerviosos se consideran movimientos motores más complejos y de una duración más larga que los tics, pero igualmente repetitivos, impulsivos y sin función. Los dos más representativos son la tricotilomanía, que es el arrancarse recurrente el cabello (cabeza, cejas, pestañas), o la tricofagia, que es comer cabello, o la onicofagia que significa comerse las uñas.
Los más habituales que vemos en consulta son:
- Trastornos de comportamientos repetitivos centrados en el cuerpo como podrían ser:
- Morderse las uñas (Onicofagia)
- Golpetear los dedos de las manos
- Golpear los pies contra el suelo
- Rechinar los dientes
- Morderse los labios
- Morderse el interior de la boca
- Rascarse compulsivamente (Trastorno de excoriación)
- Arrancarse el cabello (Tricotilomanía)
- O los famosos TICS
En este gabinete ayudamos a adolescentes (mayores de 18 años) y adultos a entender y paliar este problema tan común desde un punto de vista profesional.