Ansiedad y Estrés

Gabinete de Psicología Montserrat Guerra
Ansiedad Santander

¿Qué es la Ansiedad?

Psicologo Ansiedad y Estrés en Santander – Cantabria – La ansiedad es una emoción natural y adaptativa que nos permite un afrontamiento eficaz ante situaciones que valoramos como peligrosas. Cuando la ansiedad excede en frecuencia, intensidad o duración deja de ser adaptativa para convertirse en un problema que puede afectar a la salud y otras áreas. Por lo tanto, la ansiedad y el estrés son necesarios para sobrellevar las presiones a las que una persona se somete a lo largo de su vida pero en su justa medida.

La característica esencial de la ansiedad es un sentimiento de desazón y desasosiego generalizados y persistentes, exagerando mentalmente una o unas circunstancias exteriores reales o imaginarias. Lo más habitual es que la persona se queje de estar permanentemente nerviosa, así como de sentir otros síntomas típicos de la ansiedad como temblores, tensión muscular, exceso de sudoración, mareos y vértigos, taquicardia, molestias gástricas…

Cualquier suceso puede dar lugar a una respuesta emocional y generar estrés, no se trata necesariamente de eventos muy intensos, es suficiente con que se acumulen durante largos períodos de tiempo y la manera en que la persona los interpreta o se enfrenta a ellos le afecta negativamente.Es importante destacar que ciertas situaciones que provocan estrés en una persona pueden resultar insignificantes para otra.

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Diferencia entre ansiedad adaptativa (la normal) y ansiedad patológica:

La ansiedad normal se presenta en episodios poco frecuentes, con intensidad leve o media y de duración limitada, ante estímulos previsibles y comunes con un grado de sufrimiento acotado. En cambio, la ansiedad a niveles patológicos se caracteriza por aparecer en episodios reiterativos, de intensidad alta y duración excesiva, con alta y desproporcionada reacción a la amenaza, provocando gran sufrimiento y notable interferencia en la vida diaria.

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Trastornos de ansiedad más comunes:

  • -Trastorno de ansiedad generalizada (TAG):El más común y que se traduce en un cuadro de estrés muy alto que incluyen pensamientos de inutilidad, culpa, impotencia y frustración al no ser capaz de salir de la situación.
  • -Trastorno de pánico: También denominadas crisis de ansiedad o crisis de angustia, donde la persona experimenta elevados niveles de ansiedad.
  • -Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): En referencia a esto, también tratamos los Pensamientos Obsesivos: imágenes o pensamientos intrusivos, repetitivos y persistentes que el paciente reconoce como absurdos, sabe que son producto de su mente e intenta evitarlos sin conseguirlo, por lo que le producen gran ansiedad, por ejemplo, los celos.
  • -Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Secuelas psicológicas originadas por acontecimientos inesperados que ponen en peligro nuestra vida o la integridad de algún familiar o persona conocida. Este peligro puede ser real o no, pero ha sido percibido como real.
  • -Fobia social (o trastorno de ansiedad social): En referencia a esto, también tratamos la Ansiedad Social y los síntomas que provoca en la persona las dificultades para relacionarse con los demás.
  • -Fobias específicas.

Estos trastornos tienen como eje central la ansiedad y los síntomas son comunes en menor o menor grado en todos ellos dependiendo de la forma en la que cada persona manifiesta la ansiedad.

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Los Síntomas tanto somáticos como cognitivos que puede experimentar una persona que padece ansiedad y/o estrés son:

  • -Síntomas Mentales, Cognitivos o subjetivos: Ansiedad o angustia, además de generar pensamientos, ideas e imágenes negativas. Los temores o miedos pueden llegar a ser muy intensos, llegando al terror o pánico. Temor anticipatorio (ansiedad anticipatoria): se espera que suceda lo peor. Sensación de inseguridad. Irritabilidad. Aprensión. Preocupación. Sentimientos de minusvalía o inferioridad. Incapacidad de afrontar diferentes situaciones. Sentirse amenazado. Indecisión. Apatía, pérdida de interés, anhedonia. Humor variable a lo largo del día. Pérdida de la objetividad y de la capacidad para pensar con lucidez. Humor depresivo.
  • -Cardiovasculares: Taquicardia o pulso acelerado. Elevación de la tensión arterial. Sensación de tensión baja o desmayos. Arritmias. Palpitaciones; dolor u opresión en el pecho. Palidez o rubor.
  • -Síntomas respiratorios: Sensación de ahogo o de falta de aire (disnea); Suspiros. Ritmo respiratorio acelerado y superficial (hiperventilación).
  • -Síntomas gastrointestinales: Náuseas. Sensación de atragantamiento o dificultad para tragar. Vómitos. Diarreas, dolor abdominal, cólicos intestinales. Sensación de ardor, pesadez abdominal. Estreñimiento.
  • -Síntomas genitourinarios: Micciones frecuentes. Disminución del deseo sexual o anorgasmia (pérdida de la libido). Eyaculación precoz e impotencia o disfunción eréctil en el hombre.
  • -Síntomas neurovegetativos: Sequedad de mucosas, especialmente de boca y lagrimales. Sudoración y salivación excesiva. Sensación de desmayo inminente. Rubor o palidez. Vértigos. Cefaleas.
  • -Síntomas neurológicos: Temblores. Hormigueo o parestesias. Hipersensibilidad a los ruidos, olores o luces intensas. Mareos o inestabilidad. Insomnio, sueño interrumpido, sueño no reparador, sensación de fatiga al despertar, pesadillas.
  • -Síntomas somáticos-musculares: Cefaleas tensionales. Contracturas musculares; espasmos musculares y calambres. Tics. Rechinar de dientes.
  • -Síntomas somáticos sensoriales: Zumbido de oídos. Visión borrosa. Oleadas de frío o calor. Sensación de debilidad. Parestesias (picazón, hormigueos).
  • -Otros síntomas psicofísicos: Fatiga y agotamiento. Astenia. Llanto fácil. Imposibilidad de relajarse. Impaciencia. Rostro preocupado. Suspiros, respiración rápida, palidez facial. Tartamudez. Disminución o aumento del apetito.
  • -Funciones Intelectuales y cognitivas: Dificultad o falta de atención-concentración. Dificultad para dejar la mente en blanco. Problemas de memoria. Pensamiento acelerado o embotamiento.

En general se considera que la ansiedad se sufre de por vida en cierto grado. No todos los pacientes responden de la misma manera a los tratamientos, pero un porcentaje importante de ellos pueden lograr una recuperación muy significativa o casi completa con la ayuda de la terapia psicológica (terapia cognitivo-conductual). La principal razón por la cual la ansiedad es crónica es su efecto retroalimentador: la ansiedad es la expresión del miedo, y si ésta es percibida como una amenaza en sí misma, genera más miedo y por ende más ansiedad.

Psicologo estres Cantabria – El estres es un proceso natural que responde a nuestra necesidad de adaptarnos al entorno; pero resulta perjudicial si es muy intenso o se prolonga en el tiempo.

Por lo tanto, el estrés es un proceso natural del cuerpo humano, que genera una respuesta automática ante condiciones externas que resultan amenazadoras o desafiantes, que requieren una movilización de recursos físicos, mentales y conductuales para hacerles frente, y que a veces perturban el equilibrio emocional de la persona.

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Las señales más características del estrés son:

-Emociones: ansiedad, miedo, irritabilidad, confusión. -Pensamientos: dificultad para concentrarse, pensamientos repetitivos, excesiva autocrítica, olvidos, preocupación por el futuro…. -Conductas: dificultades en el habla, risa nerviosa, trato brusco en las relaciones sociales, llanto, apretar las mandíbulas, aumento del consumo de tabaco, alcohol… -Cambios físicos: músculos contraídos, dolor de cabeza, problemas de espalda o cuello, malestar estomacal, fatiga, infecciones, palpitaciones y respiración agitada…

Cualquier suceso puede dar lugar a una respuesta emocional y generar estrés, por ejemplo, el nacimiento de un niño, el matrimonio, la muerte de un familiar o la pérdida de empleo. No se trata necesariamente de eventos muy intensos, es suficiente con que se acumulen durante largos períodos de tiempo; y la manera en que la persona los interpreta o se enfrenta a ellos le afecta negativamente.

Es importante destacar que ciertas situaciones que provocan estrés en una persona pueden resultar insignificantes para otra. Las personas somos diferentes y reaccionamos de forma diferente ante las situaciones.

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Los síntomas de estrés más frecuentes son:

-Emociones: depresión o ansiedad, irritabilidad, miedo, nerviosismo, confusión, fluctuaciones del estado de ánimo, etcétera. -Pensamientos: excesivo temor al fracaso, excesiva autocrítica, olvidos, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, pensamientos repetitivos… -Conductas: risa nerviosa, trato brusco hacia los demás, incremetno del consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, aumento o disminución del apetito, llantos, rechinar los dientes o apretar las mandíbulas, etcétera. -Cambios físicos: tensión muscular, manos frías o sudorosas, insomnio, dolores de cabeza, fatiga, problemas de espalda o cuello, indigestión, respiración agitada, perturbaciones en el sueño, sarpullidos, disfunción sexual, etcétera.

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Uno de los focos de estrés más comunes: El estres laboral

Hablamos de estrés laboral cuando se produce una discrepancia entre la demanda laboral y los recursos del trabajador para hacerlas frente. El problema consiste en que nuestro cuerpo tiene unos recursos limitados, ocasionando al trabajador un estado de agotamiento tanto físico como mental. Esto supone una seria amenaza para la salud y el bienestar del trabajador, afectando a sus relaciones familiares y emocionales.

Se podrían mencionar algunas causas del estrés laboral:

-Las expectativas económicas, salario insuficiente -La presión por parte del empresario, mobbing o acoso laboral -Las actividades de gran responsabilidad -Las funciones contradictorias del trabajador -Motivaciones deficientes -La ausencia de incentivos -Los conflictos entre empleados o empresarios -Cargas excesivas de trabajo -La exposición a riesgos físicos constantes -Jornadas de trabajo excesivas -Ritmo de trabajo acelerado -La preocupación por el despido -La falta de posibilidades para conciliar la vida laboral con la personal

Entre las manifestaciones clínicas más frecuentes de tipo psicosomático se hallan: fatiga crónica, dolor de cabeza, alteración del sueño, baja de peso, gastritis y dolor muscular.

En el Gabinete de Psicología combatimos desde hace años el estres que sufren las personas, podemos ofrecerte ayuda para superarlo.

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El problema de los celos patológicos

Los conceptos de ansiedad, angustia y estrés han sido confundidos a lo largo de la historia; éstos se han explicado a partir de enfoques procedentes de distintas disciplinas. Se han revisado sus definiciones, su evolución histórica y las aproximaciones teóricas que se han planteado en torno a los mismos, llegando a las siguientes conclusiones:

– A pesar de la multitud de intentos por distinguir entre los conceptos de ansiedad, angustia y estrés por parte de filósofos, médicos y psicólogos, en la actualidad se siguen confundiendo dichos términos de manera que, a menudo, se combinan o se usan indistintamente.

– El abordaje de la ansiedad ha tenido un proceso paulatino y complejo, empezando por la filosofía existencial, pasando por el psicoanálisis de Freud para llegar a tener múltiples conceptualizaciones conductuales, cognitivas y cognitivo-conductuales. Actualmente, las teorías que dan una explicación sólida del término son las referentes a la ansiedad-estado y ansiedad-rasgo.

– La Filosofía, con sus grandes pensadores como Heideger o Kierkegaard, es la corriente que mejor abordaje ha realizado del concepto de angustia, considerando a la misma como una amenaza de disolución del yo, manifestada en el temor a morir, a enloquecer o un temor ante la nada.

– Los orígenes del estrés se remontan a la Física, aunque con el transcurso del tiempo éste ha sido abordado desde un modelo bio-psico-social integrador en el que el enfoque psicológico aportó definiciones del estrés como estímulo, como respuesta y/o como interacción entre ambos.

– A lo largo de la historia se ha mantenido que en la angustia predominan los síntomas físicos, mientras que en la ansiedad imperan los psicológicos, de manera que la primera tiene un efecto paralizante sobre el individuo, mientras que en la segunda se activa la reacción motora de sobresalto. No obstante, en la actualidad cuando se habla de ansiedad se alude tanto a síntomas físicos como psicológicos.

– La distinción más compleja en la actualidad es entre los términos de ansiedad y estrés por el gran solapamiento entre uno y otro; quizás la corriente que mejor diferenciación ha realizado de los mismos es la psicofisiología, por considerar la importancia de los procesos fisiológicos en el estrés frente a los sentimientos subjetivos implicados en el estado de ansiedad.

– El estrés es claramente diferenciable de los conceptos de ansiedad y angustia al considerarlo como un resultado de la incapacidad del individuo frente a las demandas del ambiente, mientras que la ansiedad es destacable al entenderla como una reacción emocional ante una amenaza manifestada a nivel cognitivo, fisiológico, motor y emocional; por último, la angustia forma una amenaza a la existencia del individuo, a sus valores morales y a su integridad tanto física como psicológica.

Los conceptos de ansiedad, angustia y estrés hán sido confundidos a lo largo de la história; éstos se han explicado a partir de enfoques procedentes de distintas disciplinas. En el presente artículo se han revisado sus definiciones, su evolución histórica y las aproximaciones teóricas que se han planteado en torno a los mismos, llegando a las siguientes conclusiones:

– A pesar de la multitud de intentos por distinguir entre los conceptos de ansiedad, angustia y estrés por parte de filósofos, médicos y psicólogos, en la actualidad se siguen confundiendo dichos términos de manera que, a menudo, se combinan o se usan indistintamente.

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La Angustia

La angustia es la emoción más universalmente experimentada por el ser humano, tiene un efecto de inmovilización y conduce al sobrecogimiento en innumerables ocasiones; se define como una emoción compleja, difusa y desagradable que conlleva serias repercusiones psíquicas y orgánicas en el sujeto; la angustia es visceral, obstructiva y aparece cuando un individuo se siente amenazado por algo.

Es un sentimiento vinculado a situaciones de desesperación, donde la característica principal es la pérdida de la capacidad de actuar voluntaria y libremente. La angustia puede ser adaptativa o no, dependiendo de la magnitud con la que se presenta y del tipo de respuesta que se emita en ese momento. Además, la angustia de carácter patológico genera trastornos como pueden ser las propias crisis de angustia.

La angustia normal es entendida como una reacción de alerta percibida por un sujeto ante una situación peligrosa o de amenaza para él, pudiendo llegar a ser dinámica y controlar el flujo de determinadas conductas; cuando no se controlan los niveles normales de dicha angustia, ésta puede llegar a ser desproporcionada, destacando entonces en ella la inmovilidad, el bloqueo y la falta de acción para la realización de conductas adaptativas, siendo ésta la angustia neurótica.

En resumen, la angustia se conceptualiza como una emoción compleja, difusa y displacentera, presentando una serie de síntomas físicos que inmovilizan al individuo, limitando su capacidad de reacción y su voluntariedad de actuación; para que ocurra ésta, es necesaria la interacción entre distintos factores de tipo biológico, psicológico y social.

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Diferencia entre Angustia y miedo

se utiliza el término de miedo como una reacción normal ante un estímulo amenazante o ante una situación de peligro claramente identificable en nuestra vida; por lo tanto, es reconocible la causa del sentimiento del miedo, y tiene una explicación racional, e incluso existe la posibilidad de la presencia de un fracaso real para la persona, como puede ser un examen.

Sin embargo, la angustia es carente de objeto, con sentimientos inmotivados y una respuesta anticipatoria.

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