Dependencia emocional – Es posible que pienses que la cantidad de veces que has oído este concepto aunque, por el contrario, nunca has hecho hincapié en profundizar qué es realmente.
Resulta que la dependencia emocional es uno de los estados emocionales que más afecta a muchas personas pero, un alto porcentaje de ellas, no son conscientes de ello.
La dependencia emocional puede surgir en diferentes ámbitos de la vida, pese a considerarla comúnmente dentro del ámbito de las relaciones de pareja.
Así pues, rompiendo con dicha creencia que la dependencia emocional solo aparece en las relaciones de pareja, he de decirte que es un estado psicológico que tiene lugar en relaciones personales, ya sean relaciones sociales, familiares o de pareja.
Te sugiero que imagines la dependencia emocional como una ‘’adicción’’ al otro. Cuando el afecto emocional sobrepasa sus límites, se desborda y pasa a ser dependiente de la otra personas hasta llegar a estar ante un apego patológico. Resultado, un extremo temor al abandono.
¿Con qué síntomas nos encontramos cuando somos dependientes emocionalmente?
Bien, aquí entran en juego varios conceptos que necesitamos trabajar para evitar caer en la dependencia emocional: autoestima, inseguridad, ansiedad, dificultad a la hora de tomar decisiones, miedo a decir ‘’no’’, sentimiento de inferioridad, necesidad de agradar constantemente, miedo al rechazo…
Vamos a imaginar que todos estos conceptos son como ladrillos que necesitamos colocarlos y asegurarlos correctamente para evitar que la casa se derrumbe.
Trabajando estos conceptos conseguiremos fortalecer la autonomía emocional, es decir, el poder afrontar el miedo al abandono y el vivir en relaciones sumisas, al no temer a equivocarnos y no estar pendiente de agradar a los demás, tratando de ser nosotros mismos y vivir en congruencia a nuestros valores.
Ámbitos en los que aparece la dependencia emocional:
–Familia: Existencia de una vinculación afectiva desmesurada y obsesiva hacia algún o algunos miembros del núcleo familiar, del cual, nos cuesta desprendernos.
–Pareja: Como he comentado anteriormente, existe un tipo de ‘’adicción’’ hacia la persona y la relación, necesitando estar continuamente ‘’pegado al otro’’, necesitando tener el control de la persona (dónde está, qué hace, con quién habla, con quién no está…) y tratando de agradar sin decepcionar, perdiendo la propia identidad y tratando de mimetizarse con el otro ante el miedo a perderlo y estar solo.
–Entorno social y laboral: necesidad de ser reconocidos y aceptados, de obtener la aprobación externa, de hacer lo posible para encajar olvidándose de sí mismos y actuando bajo el sometimiento a la opinión, gustos, opinión por miedo a fallar o ser rechazados por ello.
Consecuencias de la dependencia emocional
Es importante tomar consciencia de que esto está sucediendo para poder paliar dicho estado emocional, ya que, de lo contrario, nos perjudica y puede dar pie a numerosos problemas psicológicos y patologías: rupturas de pareja, celos patológicos, pérdida de la propia identidad, frustración, comportamientos obsesivos y conductas adictivas, entre otras.
Para evitar llegar al extremos trata de:
–Tolerar la soledad: Uno de los pasos más difíciles y necesarios es poder afrontar la vida en soledad que te permita aforntar tus miedos, escuchar tus necesidades reales y desde donde conocerte a ti mismo. No olvides que, tú eres quién vas a estar siempre contigo.
– Establece límites: Y con ello me refiero a que te preguntes: ¿Qué me apetece?, ¿qué quiero?, ¿qué necesito en mi?, ¿qué me gustaría para mi?, ¿hacia dónde quiero ir?… Trata de trabajar tu propia asertividad a través de la escucha activa, comprensión y amabilidad.
– Dedica el tiempo necesario, sin excederte, a los diferentes ámbitos de tu vida, sin olvidarte de tus necesidades diarias y cotidianas. Haz de tu rutina algo extraordinario y haz clave tu autocuidado, cuídate. ¿Si no lo haces por ti, creeme, nadie lo hará?
– Piensa diferente si es así como piensas, no pasa nada, no te veas obligado a ser y pensar como los demás, ten tu propio criterio. Tener tu propia opinión te da valor, te da autenticidad, te da personalidad.
– Explora, descubre y conoce tus fortalezas. Sácales brillo.
– Invierte en autoestima y todos sus componentes. No te quedes en la superficialidad del amor propio. Invierte en crecimiento personal a través de recursos, herramientas o por medio de la terapia.
Es importante tomar conciencia de cómo nos relacionamos y, en tal caso, si tenemos relaciones basadas en la dependencia emocional, en las que perdemos nuestro propio yo, nos alejamos de nuestras emociones y nos olvidamos de nosotros mismos. Dicha forma de relacionarnos, supone que nuestro bienestar depende continuamente de los otros y acaba por despreciar nuestra propia identidad.
Así bien, cuando tomamos conciencia de esta situación, es necesario tomar acción para dar lugar al cambio hacia el establecimiento de vínculos sanos y recuperando nuestra autonomía emocional.
Comencemos por ello, ¿cómo consideras que te relacionas con los otros?
María Ballestín Fustero es Psicóloga de equipo terapéutico en Silvia Gutiérrez Psicología.