Ansiedad en Santander

Gabinete de Psicología Montserrat Guerra
Ansiedad Santander

¿Qué es la Ansiedad?

Psicólogos en Santander especializados en Ansiedad – La Ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que nos permite ponernos alerta cuando una persona percibe una posible amenaza. Su función es protegernos de dicha amenaza, haciendo que evitemos la situación, salgamos corriendo o luchemos.

En realidad, un cierto grado de ansiedad proporciona un componente adecuado de precaución en situaciones especialmente peligrosas. Una ansiedad moderada puede ayudarnos a mantenernos concentrados y afrontar los retos que tenemos por delante.

La ansiedad es un trastorno mental común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por sentimientos intensos de preocupación, miedo y malestar, que pueden manifestarse físicamente a través de síntomas como taquicardia, dificultad para respirar, sudoración excesiva y tensión muscular. La ansiedad puede interferir significativamente en la vida diaria de una persona y afectar su bienestar emocional y físico.

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, incluyendo el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), el trastorno de pánico, la fobia social, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y las fobias específicas. Cada uno de estos trastornos tiene características y síntomas específicos, pero todos comparten la experiencia de una ansiedad excesiva y desproporcionada en relación con las situaciones que desencadenaron dicha respuesta.

Las causas de la ansiedad son multifactoriales y pueden incluir factores genéticos, químicos y ambientales. Algunas personas pueden tener una predisposición biológica a desarrollar trastornos de ansiedad, mientras que otras pueden experimentar ansiedad debido a situaciones estresantes o traumáticas en sus vidas. El estilo de vida, la salud física y la historia personal también pueden influir en la aparición y el curso de la ansiedad.

El tratamiento de la ansiedad generalmente implica una combinación de enfoques terapéuticos. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es uno de los enfoques más utilizados y efectivos para tratar los trastornos de ansiedad. La TCC ayuda a las personas a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamientos negativos que contribuyen a su ansiedad. También se pueden recetar medicamentos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), para ayudar a controlar los síntomas de la ansiedad en algunos casos.

Además de la terapia y los medicamentos, existen estrategias de autocuidado que pueden ayudar a reducir los niveles de ansiedad. Estas incluyen técnicas de relajación, como la respiración profunda y la meditación, el ejercicio regular, una alimentación saludable, el establecimiento de rutinas regulares de sueño y la evitación del consumo excesivo de alcohol y cafeína.

Es importante buscar ayuda profesional si experimenta síntomas persistentes de ansiedad que interfieren con su vida diaria. Un médico o un psicologo pueden evaluar su situación y brindarle un plan de tratamiento adecuado. Con el tratamiento adecuado y el apoyo adecuado, la ansiedad puede ser controlada, lo que te permitirá llevar una vida plena y satisfactoria.

Nuestros psicólogos en Santander (Cantabria) llevamos años dedicados a la lucha de la Ansiedad y la conocemos bien. Conocemos los datos que a nivel psicológico provoca en las personas en todos los ámbitos de su vida.

Cuando la ansiedad se presenta en momentos inadecuados o es tan intensa y duradera que interfiere con las actividades normales de la persona, se la considera un trastorno.

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¿Cuándo la ansiedad se convierte en un problema?

Psicólogos en Santander especializados en Ansiedad – Principalmente en dos ocasiones:

Cuando la ansiedad se presenta en momentos inadecuados o es tan intensa y duradera que interfiere con las actividades normales de la persona, se la considera un trastorno.

En ocasiones, sin embargo, el sistema de respuesta a la ansiedad se ve desbordado y funciona incorrectamente. Más concretamente, la ansiedad es desproporcionada con la situación e incluso, a veces, se presenta en ausencia de cualquier peligro real. El sujeto se siente paralizado con un sentimiento de indefensión y, en general, se produce un deterioro del funcionamiento psicosocial y fisiológico.

Taylor (1986) destaca que el estrés hace referencia, principalmente, a la situación, mientras que la ansiedad alude a la reacción ante sucesos estresantes.

Sin embargo, si la ansiedad supera la normalidad en cuanto a los parámetros de intensidad, frecuencia o duración, o bien se relaciona con estímulos amenazantes para el organismo, provoca manifestaciones patológicas en el individuo, tanto a nivel emocional como funcional.

En resumen, la ansiedad alude a un estado de agitación e inquietud desagradable caracterizado por la anticipación del peligro, el predominio de síntomas psíquicos y la sensación de catástrofe o de peligro inminente, es decir, la combinación entre síntomas cognitivos y fisiológicos, manifestando una reacción de sobresalto, donde el individuo trata de buscar una solución al peligro, por lo que el fenómeno es percibido con total nitidez.

La ansiedad se convierte en un problema cuando comienza a interferir significativamente en la vida diaria de una persona y afecta su bienestar general. Algunos indicadores de que la ansiedad se ha convertido en un problema incluyen:

  • Duración y frecuencia: Si los sentimientos de ansiedad son intensos, persistentes y ocurren con frecuencia, incluso en ausencia de situaciones estresantes o desencadenantes evidentes.
  • Interferencia en actividades diarias: Si la ansiedad afecta negativamente el desempeño en el trabajo, los estudios, las relaciones personales o las actividades sociales. Por ejemplo, si evitas situaciones o debido a la ansiedad o si tienes dificultades para concentrarte o tomar decisiones debido a los síntomas de ansiedad.
  • Síntomas físicos severos: Si experimenta síntomas físicos graves, como ataques de pánico recurrentes, palpitaciones cardíacas intensas, dificultad para respirar o mareos frecuentes, que pueden ser debilitantes y limitar su capacidad para llevar una vida normal.
  • Preocupación excesiva: Si te encuentras preocupándote constantemente y de manera desproporcionada sobre situaciones futuras, eventos o problemas, y te resulta difícil controlar esos pensamientos.
  • Impacto emocional: Si la ansiedad causa angustia emocional significativa, como sentirte abrumado, irritable, inquieto o triste de manera persistente.
  • Evitación de situaciones: Si evita situaciones activas o actividades que desencadenan su ansiedad, lo que puede llevar a la limitación de su vida ya una disminución de las oportunidades y experiencias.
  • Si experimenta varios de estos síntomas y encuentra que la ansiedad está surgiendo negativamente su calidad de vida, es importante buscar ayuda profesional. Un médico o un psicologo capacitado en salud mental pueden evaluar su situación y ofrecerte opciones de tratamiento adecuado para abordar la ansiedad y ayudarte a recuperar el control y el bienestar.

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    TIPOS DE ANSIEDAD

    Psicólogos en Santander especializados en Ansiedad – Hay varios;

    • Trastorno de ansiedad generalizada:

    Se trata de una tensión crónica aún cuando nada parece provocarla. Esta preocupación o nerviosismo excesivo es casi diario y se diagnostica como tal cuando tiene una duración mínima de seis meses.

    • Trastorno de pánico (o ataque de angustia):

    El paciente experimenta crisis recurrentes de angustia que surgen espontáneamente. Se trata de una ansiedad aguda y extrema en la que es frecuente que la persona que la padece crea que va a morir. En ocasiones, los pacientes que sufren este trastorno desarrollan angustia a experimentar el próximo ataque, es la llamada ansiedad anticipatoria.

    • Trastorno fóbico:

    Trastorno que tiene como rasgo esencial la presencia de un temor irracional y persistente ante un objeto específico, actividad o situación con la consecuente evitación del objeto temido. Por ejemplo, el miedo a volar, a los pájaros, a los espacios abiertos, etc.

    • Trastorno obsesivo-compulsivo:

    Se trata de pensamientos o acciones no voluntarios que el paciente no puede dejar de pensar o hacer para no generar ansiedad. En todo caso, el sujeto reconoce el carácter absurdo de sus pensamientos o acciones. Por ejemplo: lavarse las manos constantemente.

    • Trastorno por estrés post-traumático:

    Se da en aquellos casos en los que se presentan secuelas psicológicas desagradables tras el impacto de un trauma emocional, una guerra, una violación, etc. Se caracteriza por los recuerdos persistentes del suceso traumático, un estado emocional con exaltada vigilancia y la reducción general de interés por los sucesos cotidianos.

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    Ansiedad Santander

    ¿Qué provoca la ansiedad?

    Psicólogos en Santander especializados en Ansiedad – La ansiedad es una respuesta que se produce como consecuencia de la percepción de una amenaza. Es decir, la persona considera que algo terrible puede pasar o está a punto de pasar, que existe una amenaza que puede causarle un daño físico o emocional. Por lo tanto, las causas pueden ser diversas, porque podemos percibir como amenaza cualquier cosa que creemos nos puede dañar.

    La ansiedad puede ser provocada por una combinación de factores. A continuación, se presentan algunas de las causas y desencadenantes comunes de la ansiedad:

  • Factores genéticos: Existe evidencia de que la ansiedad puede tener un componente genético. Las personas con antecedentes familiares de trastornos de ansiedad pueden tener un mayor riesgo de desarrollarlos.
  • Desequilibrio químico cerebral: Los neurotransmisores, como la serotonina, la dopamina y el GABA, desempeñan un papel importante en la regulación del estado de ánimo y la ansiedad. Un desequilibrio en estos neurotransmisores puede contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad.
  • Experiencias traumáticas: Los eventos traumáticos, como abuso físico o sexual, accidentes graves, desastres naturales o experiencias de violencia, pueden desencadenar o contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
  • Factores ambientales y estresantes: El estrés crónico, como el estrés laboral, los problemas familiares, las dificultades financieras o los cambios importantes en la vida, puede aumentar la probabilidad de desarrollar ansiedad. Las situaciones estresantes pueden desencadenar una respuesta de lucha o huida del cuerpo, lo que lleva a la activación del sistema de ansiedad.
  • Condiciones de salud física: Ciertas condiciones médicas, como trastornos endocrinos (por ejemplo, hipertiroidismo), enfermedades cardíacas, asma o problemas neurológicos, pueden estar asociados con la aparición o exacerbación de síntomas de ansiedad.
  • Uso de sustancias: El consumo de ciertas sustancias, como la cafeína, el alcohol, los estimulantes o los medicamentos recetados, puede desencadenar o empeorar los síntomas de ansiedad en algunas personas.
  • Es importante tener en cuenta que la ansiedad es una experiencia individual y lo que puede desencadenarla en una persona no puede afectar a otra de la misma manera. Además, no todos los que experimenten factores de riesgo desarrollarán un trastorno de ansiedad, ya que la predisposición y la vulnerabilidad individual también juegan un papel importante.

    ¿Qué síntomas tiene la Ansiedad?

    Psicólogos en Santander especializados en Ansiedad– Cuando una persona siente ansiedad, lo que más destaca de dicha experiencia es esa sensación de intenso malestar (miedo, terror, angustia) y los síntomas fisiológicos que está experimentando. Por este motivo, se le suele dar una mayor importancia a estos síntomas y no se tiene muy en cuenta el pensamiento. Sin embargo, el pensamiento juega un papel central en la aparición de la ansiedad, cuando preguntamos, vemos que la mente está llena de imágenes y pensamientos amenazadores.

    ALGUNOS SINTOMAS DE LA ANSIEDAD:

    1. A nivel cognitivo-subjetivo:

  • Preocupación.
  • Temor.
  • Inseguridad.
  • Dificultad para decidir.
  • Miedo.
  • Pensamientos negativos sobre uno mismo.
  • Pensamientos negativos sobre nuestra actuación ante los otros.
  • Temor a que se den cuenta de nuestras dificultades.
  • Temor a la pérdida del control.
  • Dificultades para pensar, estudiar, concentrarse.
  • Etc.
  • 2. A nivel fisiológico:

  • Sudoración.
  • Tensión muscular.
  • Palpitaciones.
  • Taquicardia.
  • Temblor.
  • Molestias en el estómago y otras molestias gástricas.
  • Dificultades respiratorias.
  • Sequedad de boca y dificultades para tragar.
  • Dolores de cabeza.
  • Mareo.
  • Náuseas.
  • Etc.
  • 3. A nivel motor u observable:

  • Evitación de situaciones temidas.
  • Fumar, comer o beber en exceso.
  • Intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse, etc.).
  • Ir de un lado para otro sin una finalidad concreta.
  • Tartamudear.
  • Llorar.
  • Quedarse paralizado.
  • Etc.
  • En nuestra sección de evalúate tú mismo encontrarás una serie de Test psicológicos sencillos, que pueden ayudarnos a realizar una primera valoración de si estamos pasando por un cuadro de ansiedad (Test para detectar un posible trastorno de ansiedad generalizada). Aunque dichos autocuestionarios no posee un valor diagnostico pueden servir para aclararnos dudas y responder a esas preguntas internas que nos hacemos cuando sentimos que las cosas no van bien.

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    ¿A qué personas afecta en mayor medida la Ansiedad? ¿Hay un grupo de riesgo?

    Psicólogos en Santander especializados en Ansiedad – Los trastornos por ansiedad son, en conjunto, la enfermedad psiquiátrica más frecuente. Entre ellos destaca el trastorno fóbico: alrededor de un 7% de mujeres y un 4,3% de hombres padecen fobias específicas (a algún animal, a un objeto, a la oscuridad, etc.), mientras que las llamadas fobias sociales (la aptitud de una persona para relacionarse de un modo afable con los demás) se hallan en un 13% de la población.

    La ansiedad generalizada se da en un porcentaje del 3 al 5% de los adultos (en algún momento durante el año). Las mujeres tienen el doble de probabilidades de presentarla.

    El trastorno de pánico es menos frecuente y se diagnostica a algo menos de un 1% de la población. Las mujeres son de dos a tres veces más propensas.

    El trastorno obsesivo-compulsivo afecta a cerca del 2,3% de los adultos y sucede con aproximadamente igual frecuencia en mujeres que en hombres.

    El estrés post-traumático afecta, por lo menos, al 1% de la población alguna vez durante su vida, aunque en las personas con mayor riesgo, expuestas a hechos duros como por ejemplo determinadas profesiones de riesgo o delicadas, tiene una mayor incidencia.

    La ansiedad puede afectar a personas de todas las edades, géneros y orígenes étnicos. No obstante, existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad. Algunos grupos de personas que pueden ser más susceptibles son:

    Mujeres: Las mujeres tienen un mayor riesgo de trastornos de ansiedad en comparación con los hombres. Esto puede deberse a factores hormonales, así como a diferencias en las respuestas psicológicas y sociales al estrés.

    Personas con antecedentes familiares: Existe una tendencia familiar en los trastornos de ansiedad, lo que significa que las personas que tienen parientes cercanos con un trastorno de ansiedad tienen un mayor riesgo de desarrollarlo.

    Personas con predisposición genética: Se ha encontrado que ciertos genes están asociados con un mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad. Si hay antecedentes familiares de trastornos de ansiedad, puede existir una predisposición genética que aumente el riesgo.

    Personas que han experimentado traumas: Los eventos traumáticos, como abuso, violencia, accidentes graves o desastres naturales, pueden desencadenar trastornos de ansiedad, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

    Personas con enfermedades crónicas: Las personas que sufren de enfermedades cardiovasculares, como enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias, diabetes u otras condiciones de salud física, pueden tener un mayor riesgo de experimentar ansiedad debido a la carga emocional y física que estas enfermedades conllevan.

    Individuos con altos niveles de estrés: El estrés crónico y persistente puede aumentar la probabilidad de desarrollar trastornos de ansiedad. Esto puede incluir estrés laboral, problemas familiares, dificultades financieras u otras situaciones estresantes de la vida.

    Es importante tener en cuenta que estos factores de riesgo no son determinantes y no todas las personas que los tienen desarrollarán trastornos de ansiedad. La ansiedad es una experiencia individual y la interacción entre los factores de riesgo y los factores protectores, como el apoyo social y las habilidades de afrontamiento, también influyen en el desarrollo de la ansiedad. Si tiene preocupaciones sobre la ansiedad o cree que puede estar en riesgo, es recomendable buscar ayuda profesional para una evaluación adecuada.

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    ¿Podemos prevenir la Ansiedad?

    Psicólogos en Santander especializados en Ansiedad – Son muchas las variables sobre las que podemos incidir para conseguir prevenir o reducir la ansiedad y el estrés.

  • Alimentación; conviene comer sano, y aprovechar la hora de la comida para descansar y/o hacer vida social y familiar… la hora de la comida debe suponer una ruptura con nuestra actividad profesional.
  • Descanso; dormir lo suficiente, tomar vacaciones y fines de semana como tiempo de ocio y descanso, fomentar las relaciones sociales como alternativa al trabajo, dejar el trabajo en la oficina (tanto los papeles, como las preocupaciones).
  • Ejercicio físico; la práctica moderada de algún deporte o ejercicio físico ayuda a relajarse.
  • Organización; organizar nuestro tiempo y nuestras actividades es fundamental para poder descansar, no estar preocupados, no sufrir continuos sobresaltos, olvidos importantes, etc. Priorizar cuando no podemos hacer todo. Establecer horarios.
  • Solución de problemas y toma de decisiones; no dejar pasar los problemas y afrontarlos de una manera más activa o más pasiva, pero decidiendo qué es lo mejor en cada caso. Tomar decisiones siguiendo un proceso lógico: planteamiento del problema, análisis de alternativas (pros y contras), elección de la menos mala.

    Y no volver atrás porque analizar continuamente el problema o las alternativas produce ansiedad.

  • Interpretación real de situaciones y problemas; el estrés que nos produce un problema o situación depende de las consecuencias que prevemos, pero a veces exageramos las consecuencias negativas y/o empezamos a sufrir un problema que no existe. Debemos actuar con naturalidad y no estar preocupados por lo que los otros puedan pensar de nosotros o de nuestro problema.
  • Atribuciones y autoestima; si hemos hecho bien una cosa, reconocer nuestra propia autoría y felicitarnos por ello (no ha sido la suerte, sino nuestro esfuerzo y nuestra capacidad).

    Si hemos hecho mal una cosa, hay que reconocer que hemos actuado mal en esta ocasión, analizar nuestros errores y corregirlos, sin culpas, sin pensamientos negativos sobre uno mismo («esta vez lo he hecho mal, debo corregirlo»). Es bueno querernos y tratarnos bien.

  • Relaciones con los demás (pareja, amigos, compañeros, familia, etc.); reforzar las conductas positivas de las personas de nuestro entorno, con aprobación, halagos, sonrisas, pequeños detalles, etc. Corregir las conductas negativas de las personas de nuestro entorno, dándoles la información a tiempo y nuestra desaprobación, pero sin broncas, sin culpas, ni otros castigos.

    No sacar continuamente los problemas del pasado, las culpas de los demás (ya los perdonamos).

  • Entrenamiento específico en técnicas de control de ansiedad y estres; practicar la relajación con cierta asiduidad en los momentos en los que nos encontramos peor, dedicándonos algún tiempo a nosotros mismos, exponernos poco a poco a las situaciones que tenemos pánico, aprender a decir «no» aunque nos cueste mucho. Practicar nuestras mejores habilidades sociales.
  • Si tenemos dificultades y no sabemos poner en marcha estas actividades que nos pueden ayudar a controlar nuestro estrés y a reducir nuestra ansiedad, ponernos en manos de un buen especialista. Si seguimos sus indicaciones, nos ayudará a recuperar el bienestar y la salud.

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    ¿Cómo se cura la Ansiedad?

    Psicólogos en Santander especializados en Ansiedad – Los dos tratamientos principales para los trastornos de ansiedad son la psicoterapia y los medicamentos. Es posible que obtengas los mayores beneficios con una combinación de ambos. Puede que sea necesario probar para descubrir cuáles tratamientos funcionan mejor para ti.

    la psicoterapia incluye el trabajo con un terapeuta para reducir los síntomas de ansiedad. Puede ser un tratamiento eficaz para la ansiedad.

    La terapia cognitiva conductual (TCC) es la manera más eficaz de la psicoterapia para tratar los trastornos de ansiedad. Generalmente la TCC es un tratamiento a corto plazo y se enfoca en enseñarte técnicas específicas para mejorar tus síntomas y poder gradualmente volver a las actividades que evitabas como consecuencia de la ansiedad.

    LA TCC incluye terapia de exposición en la que gradualmente encuentras el objeto o la situación que provoca tu ansiedad, de modo que desarrollas confianza para controlar la situación y los síntomas de ansiedad.

    Los fármacos son el tratamiento de elección para la ansiedad generalizada junto con la psicoterapia. Habitualmente se prescriben fármacos ansiolíticos como las benzodiacepinas, de efecto inmediato, su uso a largo plazo puede crear dependencia, y el alivio que proporciona compensa generalmente algunos ligeros efectos secundarios.

    La buspirona es otro fármaco eficaz y su uso parece no acarrear dependencia física, sin embargo, puede tardar dos semanas o más en hacer efecto.

    La ansiedad generalizada puede estar asociada con conflictos psicológicos subyacentes. Estos conflictos están frecuentemente relacionados con inseguridades y actitudes autocríticas que son autodestructivas. Para muchas personas, la psicoterapia puede ser eficaz para ayudar a comprender y a resolver conflictos psicológicos internos, sobre todo atacando el origen de dichas inseguridades y reforzando al individuo.

    Varias investigaciones han demostrado que tanto la terapia de conducta como la terapia cognitiva y de conducta pueden ser muy eficaces para tratar los trastornos de ansiedad.

    Las técnicas de relajación pueden ayudar.

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