Disfunción eréctil
Disfunción eréctil -La disfunción eréctil es la incapacidad persistente para conseguir y mantener una erección suficiente para llevar a cabo una relación sexual satisfactoria, o bien la tendencia a tener únicamente erecciones breves.
Se habla de disfunción eréctil cuando la incapacidad para conseguir y mantener una erección suficiente no es sólo un hecho puntual sino que se repite durante un periodo de aproximadamente 6 meses.
Cuando existe un estímulo sexual, el cerebro del hombre envía información (neurotransmisores) a través de la médula espinal hasta los nervios. Los neurotransmisores alcanzan la musculatura lisa de las paredes de los espacios sinusoidales en los cuerpos cavernosos del pene y éstos, al liberarse, producen la relajación del músculo que se expande dejando entrar sangre en el pene. La expansión produce a su vez la compresión de las venas reteniendo la sangre en el interior de los cuerpos cavernosos lo que produce el aumento de longitud y grosor del pene que se conoce como erección.
Al Gabinete de Psicología acuden muchos hombre y parejas con este problema, que les afecta directamente a sus relaciones sexuales y que puede extenderse a toda su vida, condicionando la convivencia.
Disfunción eréctil
¿Qué lo provoca?
Enfermedades tales como la diabetes, las afecciones del riñón, el alcoholismo crónico, la esclerosis múltiple, la arteriosclerosis, la psoriasis, las enfermedades vasculares y las enfermedades neurológicas son responsables de alrededor del 70 por ciento de los casos
También puede ser síntoma de otras enfermedades que aún no le hayan diagnosticado, como por ejemplo una enfermedad cardiovascular o metabólica.
Además, muchos medicamentos comunes (medicamentos para la presión arterial, antihistamínicos, antidepresivos, tranquilizantes, supresores del apetito y cimetidina que es un medicamento para la úlcera) pueden causar disfunción eréctil como efecto secundario.
Otras causas posibles son el tabaquismo y el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y el consumo excesivo de la marihuana, que afectan el flujo sanguíneo en las venas y en las arterias, y anormalidades en las hormonas, como, por ejemplo, una cantidad insuficiente de testosterona. El incremento de prolactina que pueden producir algunos fármacos, como los ansiolíticos y antipsicóticos (risperidona, olanzapina, haloperidol), puede provocar también disfunción eréctil. Las causas hormonales suelen afectar también la libido.
En el otro 30% de los casos las causas son psicológicas; factores emocionales tales como el estrés, la ansiedad, la culpa, la depresión, una baja autoestima y el miedo a “no funcionar bien en el coito como se espera” causan este 30% de los casos. Los hombres con una causa física experimentan a menudo el mismo tipo de reacciones psicológicas (estrés, ansiedad, culpa, depresión).
Los hombres tensos, con ansiedad y sobreocupados, en ocasiones, no pueden lograr esa concentración necesaria, lo que genera dificultad para obtener y sostener la erección del pene.
Nuestros Psicólogos en Santander analizan las causas de la disfunción eréctil y proporcionan el tratamiento adecuado a cada situación.
Disfunción eréctil
¿Qué síntomas tiene?
Aunque puede decirse con seguridad que todo hombre experimenta de vez en cuando dificultades para mantener la erección, la disfunción eréctil se define como la incapacidad para mantener una erección suficiente para el coito al menos en el 25 por ciento de los intentos.
Disfunción eréctil
¿A qué personas afecta en mayor medida? ¿Hay un grupo de riesgo?
En estudios realizados en muchos países alrededor del mundo, se ha indicado que la disfunción eréctil afecta a alrededor del 5 por ciento de los hombres de 40 años de edad y entre el 15 y el 25 por ciento de los hombres de 65 años de edad.
La disfunción eréctil es una situación muy frecuente; se ha calculado que afecta en mayor o menor grado alguna vez a la mitad de los hombres entre los 40 y los 70 años. Pero no es un tema que se trate abiertamente, pues forma parte de la vida íntima de los individuos y de las parejas. Mitos y expectativas culturales de la sexualidad masculina han impedido a muchos varones buscar ayuda para un trastorno que puede beneficiarse, en la mayoría de los casos, de un tratamiento relativamente sencillo.
Disfunción eréctil
¿Cómo se cura?
Los psicólogos son los mejor formados para la valoración, manejo y tratamiento de la disfunción eréctil. Las principales ventajas que aportan frente a los demás especialistas son la visión integral del paciente, la proximidad, la accesibilidad y la capacidad para la entrevista clínica.
Nuestros Psicólogos en Santander primero descantan las causas físicas con la ayuda de médicos para localizar el origen del problema y acompañan al hombre en todo el proceso.
Disfunción eréctil
La psicología en el tratamiento de la disfunción eréctil
En numerosas ocasiones el problema de la disfunción eréctil tiene un origen psicológico. Esto quiere decir que, a nivel fisiológico el hombre se encuentra perfectamente y es su parte mental o emocional la que hace que su respuesta sexual no sea la deseada.
El objetivo a trabajar en la terapia psicológica va a ser la regulación emocional. Porque cuando la disfunción eréctil es psicológica hay una emoción (o varias a la vez, pero siempre suele ser una la que predomina más) la que bloquea la respuesta sexual. La emoción negativa que más relacionada está con la disfunción eréctil es la ansiedad. Por lo tanto, todo lo que pueda hacer la persona para regular su ansiedad ayudará a solucionar la disfunción eréctil.
La ansiedad es vivida por cada persona de muchas maneras: preocupación, agobio, incertidumbre, angustia, etc. Pero, en general se trata de la misma base común: miedo a perder la erección cuando llegue el momento de tener una relación sexual. La ansiedad, es el síntoma del miedo.
La emoción puede regularse o abordarse desde dos frentes: el mental y el sensorial.
A nivel mental, los pensamientos que tenga la persona, dispararán aún más la ansiedad o harán que baje. Es por esto, por lo que el hombre debe cambiar sus pensamientos negativos y catastróficos e irlos re-direccionando hacia otros más positivos y optimistas. Esto es lo que trabajamos con nuestros Psicólogos en Santander contra la disfunción eréctil con resultados positivos.
Debemos controlar la mente que en estos casos (y en todas las situaciones de ansiedad) va muy deprisa y es difícil de controlar al haberse convertido casi en un acto reflejo. Cuando el hombre anticipa que va a tener una relación sexual, si padece disfunción eréctil, el primer pensamiento suele ser del tipo: “va a suceder, no voy a conseguir la erección, se va a notar, no va a salir bien”. Otras veces sólo tienen forma de duda: “¿Y si pierdo la erección?”.
Cuando hay ansiedad, los pensamientos más comunes están relacionados con la preocupación por la pérdida de erección. Y precisamente esta preocupación es la que genera dicha perdida. Quizás no podamos al principio controlar el primer pensamiento que nos viene a la cabeza, pero sí el segundo. Y controlar los pensamientos es la antesala para controlar la forma de sentirnos y las reacciones a nivel físico.
Se trata de pensar sobre lo que uno piensa. Darse cuenta de que está haciendo anticipaciones negativas y rebatirlas, porque la ansiedad es incompatible con la erección a nivel fisiológico.
Y en este punto es importante la actitud y cambiar el foco de atención: centrar la atención en disfrutar. Al principio es difícil pero es suficiente conseguirlo una sola vez para romper el bucle que tanto sufrimiento acarrea para la persona.
La pauta más importante a nivel psicológico es cambiar el objetivo: no ayuda ir a una relación sexual buscando la erección para realizar el coito. Se trata de estar centrado en disfrutar, en el placer que genera a la persona el encuentro sexual con la pareja.
Aquí, abordamos la emoción desde el otro plano, el sensorial. ¿De qué manera? Centrándose mucho en las sensaciones del cuerpo, las sensaciones de placer. Cuando el hombre está muy centrado en la erección descuida otros estímulos y sensaciones placenteras que, precisamente, son los que pueden hacer que tenga erección. Se trata de centrarse en las sensaciones que uno tiene y no juzgarlas, simplemente vivirlas. ¿Por qué ayuda? Porque permite estar con todos los sentidos en la situación presente, y experimentar el placer sexual que, de forma natural se vive.
Y, en definitiva, si al hombre no le importa tener erección o no, sino que está centrado en disfrutar y en hacer disfrutar a su pareja, está conseguido el objetivo. Porque lo cierto es que el objetivo es disfrutar de la relación sexual, el objetivo no es la calidad de la erección.
Llegado a este punto, toma un papel importante la pareja, su placer sexual.
Las mujeres valoran la penetración bastante menos de lo que los hombres creen. Un gran porcentaje prefiere otras prácticas (juegos, preliminares más extensos, el sexo oral…). La confianza en la pareja es fundamental y hablar de ello es muy importante para superar este proceso, no pasa nada por compartir con tu pareja este reto y que sepa los objetivos que te has marcado, que la penetración no sea un objetivo en las siguientes relaciones sexuales puede ser un juego más a incluir en vuestras relaciones.
La mayoría de los hombres reporta al menos un episodio de disfunción eréctil en su vida. Aunque muchos de ellos son completamente sanos, entre los factores emocionales que también pueden estar interfiriendo están: Problemas con la pareja: Las peleas, enojo, tristeza, falta de confianza, son factores influyen directamente en la disfunción eréctil. Es difícil tener sexo cuando no estás bien con tu pareja, ya que esto disminuye la atracción hacia la otra persona.
Depresión: Muchos hombres con depresión pierden el deseo sexual. Aunado a ello, la mayoría de los medicamentos antidepresivos también favorecen la disfunción eréctil.
Baja autoestima: Tener una imagen negativa de ti mismo, dudar de tus capacidades, afecta tu desempeño sexual. Aprende a valorarte y a quererte, de esta forma te sentirás a gusto contigo mismo y se verá reflejado a la hora disfrutar con otra persona.
Estrés: El estrés en muchas ocasiones es inevitable, sin embargo, para tener relaciones sexuales satisfactorias debes desconectarte de todos los problemas de la oficina, casa, económicos, etc.
La disfunción eréctil no sólo es una cuestión física sino también emocional. Para tener una vida sexual plena y satisfactoria, debes relajarte y principalmente disfrutarlo.