Los trastornos del neurodesarrollo, como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la Dislexia, así como las Altas Capacidades y Cerebros Neurodivergentes, reflejan la diversidad en la forma en que los cerebros humanos procesan la información y funcionan en el mundo.
La Directora del Área Clínica, Montserrat Guerra, ha compartido sus conocimientos en una reciente entrevista en Onda Cero radio, abordando el tema de los cerebros neurodivergentes. En esta conversación, se destacó que entre estos cerebros divergentes se pueden encontrar personas con altas capacidades, TDAH, dislexia y otros trastornos del neurodesarrollo.
Es importante subrayar que no todas las personas que presentan estas peculiaridades tienen necesariamente un cerebro neurodivergente, pero es común que coincidan en muchos casos. La entrevista proporcionó una plataforma para discutir la diversidad neurobiológica y cómo esta afecta a la forma en que las personas procesan la información y se desenvuelven en el mundo.
Exactamente, los trastornos del neurodesarrollo como el TDAH, la dislexia, así como las altas capacidades y otros tipos de neurodivergencia, son manifestaciones de la diversidad neurológica que existe entre los seres humanos. Estos términos reflejan que cada cerebro tiene una forma única de procesar la información, de interactuar con el entorno y de funcionar en general.
El concepto de neurodivergencia abarca una amplia gama de variaciones en la forma en que los cerebros pueden funcionar. Este término promueve la idea de que las diferencias neurológicas, como el TDAH, el autismo, la dislexia y otros, no son necesariamente «discapacidades» en un sentido tradicional, sino variaciones naturales del cerebro humano.
La diversidad neurológica reconoce que no todos los cerebros funcionan de la misma manera y que esta diversidad es valiosa y necesaria para el progreso y el desarrollo de la sociedad. Las personas neurodivergentes pueden ofrecer perspectivas únicas y habilidades que enriquecen sus comunidades y campos profesionales.
Al resaltar la variedad de cerebros neurodivergentes, se busca fomentar la comprensión y la aceptación de estas diferencias, promoviendo así entornos más inclusivos y solidarios. La entrevista en Onda Cero radio fue un paso importante para sensibilizar al público sobre la neurodiversidad y la importancia de brindar apoyo y oportunidades equitativas para todas las personas, independientemente de cómo sus cerebros funcionen de manera única.
En torno a la NEURODIVERGENCIA ha hablado Montserrat Guerra esta semana en Onda Cero Radio:
Cerebro neurodivergente y altas capacidades
El cerebro neurodivergente con altas capacidades es un fenómeno fascinante y complejo, que en las últimas décadas ha despertado gran interés tanto en el ámbito de la psicología como en el educativo. Las personas que poseen estas características presentan una estructura y funcionamiento cerebral únicos que se desvían de los patrones típicos de desarrollo neurológico, lo que les permite procesar información de manera más rápida, profunda y creativa. Sin embargo, esta ventaja también puede implicar ciertos desafíos en términos de adaptación social y emocional. Los cerebros neurodivergentes con altas capacidades suelen tener una gran facilidad para aprender, entender conceptos abstractos y generar soluciones innovadoras, aunque también pueden experimentar dificultades para encajar en entornos tradicionales que no están preparados para sus necesidades específicas.
Una de las características principales del cerebro neurodivergente de altas capacidades es su capacidad para establecer conexiones rápidas entre ideas aparentemente inconexas. Esto se debe a que, en muchos casos, sus cerebros funcionan con un procesamiento de información hiperconectado, lo cual les permite abarcar múltiples perspectivas en cuestión de segundos. No obstante, esta habilidad, aunque poderosa, también puede ser abrumadora. Muchas personas neurodivergentes con altas capacidades experimentan una sobrecarga sensorial o cognitiva debido a la velocidad y profundidad de sus procesos mentales, lo que puede llevarles a tener dificultades en situaciones sociales o educativas convencionales. En estos contextos, es común que se les malinterprete como personas distraídas, hiperactivas o, en algunos casos, desinteresadas.
La alta sensibilidad emocional es otra faceta importante del cerebro neurodivergente con altas capacidades. Estas personas suelen experimentar las emociones con una intensidad mayor a la habitual, lo que puede ser tanto un regalo como un reto. La intensidad emocional, combinada con una mayor capacidad de empatía, puede facilitar la comprensión profunda de los sentimientos y pensamientos ajenos, pero también puede hacer que estas personas sean más vulnerables a sentirse abrumadas por el entorno social o las expectativas externas. Es frecuente que en la infancia estos rasgos sean confundidos con inmadurez o timidez, cuando en realidad son una manifestación de su sensibilidad. Los psicólogos y educadores que trabajan con individuos neurodivergentes con altas capacidades deben tener en cuenta esta dimensión emocional para proporcionar un apoyo adecuado.
En términos de educación, los sistemas tradicionales a menudo no consideran las necesidades particulares de los estudiantes con un cerebro neurodivergente de altas capacidades, lo que puede afectar su motivación y rendimiento. Estos estudiantes suelen requerir un enfoque más flexible y personalizado que estimule su curiosidad y les permita desarrollar sus habilidades en un entorno adecuado. Sin embargo, al ser percibidos como «más capaces», muchas veces se ignoran los desafíos a los que se enfrentan en su vida diaria. Es esencial reconocer que, aunque poseen habilidades excepcionales, también necesitan apoyo emocional y herramientas de gestión del estrés y la ansiedad, ya que suelen experimentar una presión interna y externa significativa para cumplir con altos estándares.
Desde el ámbito de la psicología, el cerebro neurodivergente con altas capacidades es un campo de estudio que requiere un enfoque multidisciplinario. La combinación de neurociencia, psicología del desarrollo y pedagogía puede proporcionar una comprensión más completa de estos individuos y ayudar a diseñar intervenciones adecuadas para su desarrollo óptimo. Por ejemplo, estudios recientes indican que el cerebro neurodivergente tiende a mostrar una actividad cerebral distinta en áreas relacionadas con la memoria, la creatividad y la resolución de problemas. Al comprender estas diferencias estructurales y funcionales, los psicólogos pueden adaptar sus métodos de intervención para responder a las particularidades de estos cerebros y, al mismo tiempo, ayudar a estas personas a aprovechar sus capacidades sin comprometer su bienestar emocional y psicológico.
Otro aspecto relevante es cómo el cerebro neurodivergente de altas capacidades percibe y procesa la información de una manera que desafía las normas de comunicación y relación social establecidas. Estas personas suelen tener un pensamiento fuera de lo común, lo que les permite aportar ideas innovadoras pero también les puede dificultar la adaptación a un entorno social que premia la conformidad y el pensamiento lineal. En entornos laborales o académicos, esta característica puede ser tanto una ventaja como una fuente de conflicto, dependiendo de la flexibilidad y apertura del entorno. Es crucial que la sociedad desarrolle una mayor comprensión y aceptación de la neurodiversidad, ya que esta ofrece una riqueza de perspectivas que puede enriquecer cualquier ámbito.
Finalmente, el cerebro neurodivergente con altas capacidades también plantea desafíos en el ámbito de la salud mental. Las personas con estas características tienen una mayor probabilidad de experimentar ansiedad, depresión y otros trastornos relacionados con el estrés, debido a su sensibilidad emocional y su inclinación a reflexionar en exceso sobre las experiencias. A menudo, la presión de estar a la altura de sus propias expectativas y las de los demás puede llevarles a sentir un agotamiento mental considerable. Por ello, es fundamental que los profesionales de la psicología proporcionen un espacio seguro para que estos individuos expresen sus inquietudes, comprendan sus patrones de pensamiento y aprendan a gestionar sus emociones de manera saludable.