Depresión en Adultos

Gabinete de Psicología Montserrat Guerra
Depresión Santander

¿Qué es la Depresión?

DEPRESIÓN EN ADULTOS – La depresión en adultos es una tendencia constante a un estado de ánimo decaído, exagerando lo negativo y envolviendo a la persona en una sensación de tristeza continuada. Se manifiesta a través de síntomas psíquicos (pudiendo aparecer desinterés, tristeza, desmoralización, disminución de la autoestima…) y somáticos (pudiéndose presentar pérdida del apetito, disminución o aumento del peso corporal, astenia, alteraciones del sueño con periodos de insomnio y de somnolencia…).

La depresión es un trastorno mental común que afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. Es más que simplemente sentirse triste o desanimado temporalmente. La depresión es una afección médica grave que puede interferir significativamente en la vida diaria de una persona.

Los síntomas de la depresión varían de una persona a otra, pero los más comunes incluyen sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad, desesperanza, irritabilidad, pérdida de interés en actividades que solían disfrutar, falta de energía y dificultad para concentrarse. También pueden experimentar cambios en el apetito y el peso, dificultad para dormir o dormir en exceso, sentimientos de culpa o inutilidad, pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, así como problemas físicos inexplicables como dolores de cabeza o malestar estomacal.

La depresión puede ser causada por una combinación de factores genéticos, químicos y ambientales. Algunas personas pueden ser más propensas a desarrollar depresión debido a antecedentes familiares, desequilibrios químicos en el cerebro o experiencias traumáticas. Los factores de estrés, como problemas personales, laborales o financieros, también pueden desencadenar o exacerbar la depresión.

Es importante reconocer y tratar la depresión adecuadamente, ya que puede tener consecuencias significativas para la salud y el bienestar de una persona. La depresión no tratada puede llevar a problemas graves, como el de sustancias abusivas, dificultades en las relaciones interpersonales, bajo rendimiento académico o laboral e incluso pensamientos suicidas.

La terapia cognitivo-conductual es una forma común de terapia utilizada para tratar la depresión, que ayuda a las personas a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos. Los antidepresivos pueden ser recetados por un médico para ayudar a equilibrar los químicos cerebrales y aliviar los síntomas.

Además del tratamiento profesional, existen medidas que las personas pueden tomar para ayudar a manejar la depresión. Estas incluyen mantener un estilo de vida saludable, como hacer ejercicio regular, comer una dieta equilibrada, dormir lo suficiente y evitar el consumo de alcohol y drogas. También es importante buscar el apoyo de amigos y familiares, y participar en actividades que brinden placer y sentido de logro.

Si sospechas que tú o alguien que conoces puede estar experimentando depresión, es fundamental buscar ayuda profesional. Los médicos, psicólogos y otros profesionales de la salud mental estamos capacitados para evaluar y tratar la depresión de manera efectiva. No hay que tener miedo ni vergüenza de pedir ayuda, ya que la depresión es una enfermedad legítima y tratable. Nuestros psicólogos en Santander trabajan la depresión en adultos desde hace años, y sabemos a lo que nos enfrentamos.

Diferencia entre Depresión y tristeza

DEPRESIÓN EN ADULTOS – La depresión y la tristeza son dos estados emocionales diferentes, aunque a menudo pueden confundirse debido a que comparten algunos síntomas similares. Es importante comprender la diferencia entre ambos para poder identificar adecuadamente los problemas emocionales y buscar el tratamiento adecuado.

La tristeza es una emoción natural y temporal que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Puede ser desencadenada por eventos o situaciones difíciles, como la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa o una decepción. La tristeza tiende a ser una respuesta comprensible a una situación estresante y, por lo general, disminuyendo con el tiempo a medida que procesamos nuestras emociones.

Por otro lado, la depresión es una enfermedad mental más compleja y persistente. Se caracteriza por una profunda tristeza o desesperación que persiste durante semanas, meses o incluso años. A diferencia de la tristeza, la depresión no siempre tiene una causa clara y puede surgir sin un evento desencadenante específico. La depresión también afecta a múltiples aspectos de la vida de una persona, como el apetito, el sueño, la energía y la capacidad de concentración.

Mientras que la tristeza puede ser una emoción dolorosa pero manejable, la depresión es una enfermedad grave que puede afectar significativamente el funcionamiento diario. Las personas con depresión pueden experimentar una pérdida de interés en actividades que solían disfrutar, sentirse abrumadas por la fatiga y la falta de energía, tener dificultades para tomar decisiones o alcanzar, y pueden tener pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.

Es importante destacar que la depresión no es simplemente «sentirse triste» de manera prolongada. Requiere un diagnóstico y tratamiento adecuado por parte de profesionales de la salud mental. La terapia psicoterapéutica, como la terapia cognitivo-conductual, puede ser efectiva para tratar la depresión, al igual que los antidepresivos en algunos casos.

En resumen, la tristeza es una emoción normal y temporal, mientras que la depresión es una enfermedad mental crónica y debilitante. Si los sentimientos de tristeza persisten durante un período prolongado y comienzan a interferir en la vida diaria, es importante buscar ayuda profesional para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado.

A la hora de realizar un diagnóstico se debe descartar los episodios de tristeza pasajera o frustración, que se consideran como una reacción natural de la persona ante acontecimientos negativos. Aunque si se prolonga más allá de los seis meses o es muy intensa puede desembocar en lo que clínicamente se conoce como una depresión mayor.

Causas de la Depresión

DEPRESIÓN EN ADULTOS – La depresión en adultos puede ser desencadenada por diversos factores. Experiencias traumáticas, estrés crónico, problemas de salud física, cambios hormonales y factores genéticos pueden contribuir al desarrollo de la depresión. Además, los desafíos laborales, los problemas familiares y las dificultades en las relaciones personales pueden aumentar el riesgo de padecer esta condición.

La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para abordar la depresión en adultos. La terapia psicoterapéutica, como la terapia cognitivo-conductual, puede ayudar a identificar y modificar los pensamientos y comportamientos negativos que contribuyen a la depresión. En algunos casos, los antidepresivos pueden ser recetados por profesionales de la salud mental para equilibrar los neurotransmisores en el cerebro y aliviar los síntomas.

Es importante destacar que la depresión en adultos no es una debilidad personal ni algo de lo que se pueda salir solo. El apoyo social y el cuidado emocional son esenciales durante el proceso de recuperación. El apoyo de amigos y familiares, así como la participación en grupos de apoyo, pueden brindar un valioso respaldo y ayudar a reducir el aislamiento que a menudo acompaña a la depresión.

Si tú o alguien que conoces está experimentando síntomas de depresión en adultos, es fundamental buscar ayuda profesional. Los médicos, psicólogos y otros especialistas en salud mental están capacitados para evaluar y tratar la depresión de manera efectiva. No hay que tener vergüenza ni temor de buscar ayuda, ya que la depresión es una enfermedad real y tratable. Con el apoyo adecuado, es posible superar la depresión y recuperar una vida plena y satisfactoria.

La depresión puede estar causada por uno o varios factores. Algunas personas tienen mayor vulnerabilidad de tener depresión que otras. Hay diferentes razones que intentan explicar esta predisposición:

  • Herencia: Existe un mayor riesgo de padecer de depresión clínica cuando hay más familiares con esta enfermedad, lo que indica que se puede haber heredado una predisposición biológica.
  • Factores Bioquímicos: Desequilibrios de ciertas substancias químicas en el cerebro, conocidas como neurotransmisores. Lo que aún no se sabe con certeza es si el «desequilibrio bioquímico» es genético o no.
  • Situaciones estresantes: Muerte de un familiar próximo o de un amigo, una enfermedad crónica, problemas interpersonales, dificultades financieras, divorcio, etc. Estos hechos pueden ocasionar síntomas de depresión que sostenidos a lo largo del tiempo pueden desencadenar en una depresión clínica.
  • Estacionalidad: Llamado Trastorno afectivo estacional (SAD): Se ha observado que hay personas que desarrollan depresión durante los meses de invierno, cuando los días se hacen más cortos. Es posible que la reducción de la cantidad de horas de luz afecte al equilibrio de ciertos compuestos químicos en el cerebro.
  • Personalidad: La autoestima, la necesidad de control sobre las situaciones, la tendencia a la preocupación excesiva son cualidades tendentes a las depresiones.

Algunos síntomas de la depresión en adultos

DEPRESIÓN EN ADULTOS – La depresión en adultos es un trastorno mental que puede manifestarse de diversas formas, y los síntomas pueden variar de una persona a otra. Es importante reconocer estos signos para buscar ayuda profesional y recibir el tratamiento adecuado. A continuación, se presentan algunos síntomas generales de la depresión en adultos:

-Estado de ánimo persistente de tristeza: Una persona con depresión puede experimentar una tristeza profunda y persistente la mayor parte del día, casi todos los días. Este estado de ánimo triste no está relacionado con eventos específicos y puede ser desproporcionado a la situación.

-Pérdida de interés y placer: Las personas con depresión pueden perder el interés en actividades que solían disfrutar, como hobbies, relaciones sociales o pasatiempos. La capacidad de experimentar placer o satisfacción disminuyendo notablemente.

-Cambios en el apetito y el peso: La depresión puede causar cambios en el apetito, lo que puede resultar en una pérdida o aumento de peso significativo. Algunas personas pueden experimentar una disminución del apetito, mientras que otras pueden recurrir a la comida como una forma de afrontamiento emocional, lo que lleva un aumento de peso.

-Trastornos del sueño: Los problemas de sueño son comunes en la depresión. Algunas personas pueden tener dificultad para conciliar el sueño o despertarse durante la noche y tener problemas para volver a dormir. Otras pueden dormir en exceso y sentirse fatigadas incluso después de muchas horas de sueño.

-Fatiga y falta de energía: La depresión puede llevar a una sensación constante de fatiga y falta de energía. Las tareas diarias pueden volverse agotadoras y difíciles de realizar, incluso las más simples.

-Dificultades cognitivas: Las personas con depresión pueden tener dificultades para fuertes, tomar decisiones o recordar información. Esta «niebla mental» puede afectar el rendimiento laboral o académico y disminuir la capacidad de realizar tareas diarias.

-Sentimientos de culpa y falta de autoestima: La depresión puede ir acompañada de sentimientos persistentes de culpa, inutilidad o autocrítica. Las personas pueden tener una baja autoestima y una visión negativa de sí mismas.

-Pensamientos suicidas: En casos graves, la depresión puede llevar a pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. Si experimentas pensamientos suicidas o conoces a alguien que los tenga, es importante buscar ayuda de inmediato.

Depresión en Santander

Psicólogos Santander
Depresión en adultos

Otros síntomas del a depresión en adultos:

  • -Disminución o desaparición del interés y disfrute por las cosas que anteriormente resultaban placenteras.
  • Desmotivación y tristeza. Desánimo. Expresiones de desdicha.
  • -Irritabilidad, ira.
  • -Cambios frecuentes de estados de ánimo.
  • -Sentimiento de culpabilidad.
  • -Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
  • -Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento.
  • -Falta de decisión.
  • -Llantos.
  • -Rechazo del entorno, retraimiento.
  • -Sentimientos de tristeza con relación al pasado.
  • -Disminuye la actividad, productividad….
  • -Ausencia de respuestas emocionales ante acontecimientos relevantes.
  • -Alteraciones del sueño.
  • -Dolores de cabeza, digestivos, mareos…
  • -Descontrol alimentario (aumento o descenso marcado del apetito).
  • -Cambio de aspecto físico, por descontrol alimentario o descuido.
  • -Disminución marcada o ausencia de apetito sexual.
  • -Posibles pensamientos de suicidio.
  • -Otros.

Tratamiento de la depresión

DEPRESIÓN EN ADULTOS – La depresión en adultos es una afección de salud mental que afecta a millones de personas en todo el mundo. Es más que simplemente sentirse triste o decaído, ya que puede interferir significativamente en la vida diaria de quienes la padecen. Los síntomas de la depresión en adultos pueden incluir una profunda sensación de tristeza, pérdida de interés en actividades antes placenteras, cambios en el apetito y el peso, dificultades para dormir o dormir en exceso, fatiga y falta de energía, así como problemas de concentración y toma de decisiones. La duración de la terapia variará en función del tipo de depresión diagnosticada, la situación personal del paciente y la evolución de este.

En depresiones menos graves, con una funcionalidad adecuada del paciente, la terapia psicológica suele ser suficiente para su abordaje.

En pacientes con depresión grave o crónica, si la terapia psicológica se simultanea con tratamiento farmacológico la efectividad siempre será superior a cualquiera de estas intervenciones por separado, pero algunas personas son contrarias a la medicación, circunstancia que se valorara en cada caso individualmente.

El tratamiento de la depresión es fundamental para ayudar a las personas a superar esta enfermedad mental debilitante. Existen varios enfoques efectivos que se utilizan de manera individualizada o combinada, en función de las necesidades y características de cada individuo. A continuación, se presentan algunas opciones comunes de tratamiento para la depresión.

Terapia psicoterapéutica: La terapia psicoterapéutica, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), es un enfoque utilizado en el tratamiento de la depresión. Esta forma de terapia se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativo y los comportamientos no saludables. Ayuda a las personas a desarrollar habilidades de afrontamiento y estrategias para enfrentar los desafíos emocionales de manera más efectiva.

Medicación: Los antidepresivos pueden ser recetados por profesionales de la salud mental para tratar la depresión. Estos medicamentos ayudan a equilibrar los neurotransmisores en el cerebro, lo que puede aliviar los síntomas depresivos. Es importante tener en cuenta que los antidepresivos pueden tiempo en hacer efecto y pueden requerir ajustes en la dosis antes de encontrar el medicamento adecuado.

Terapia de apoyo: La terapia de apoyo, que implica el trabajo con un psicólogo para hablar sobre los desafíos y las emociones asociadas con la depresión, puede ser beneficiosa como complemento a otros tratamientos. Brinda un espacio seguro para expresar sentimientos y recibir apoyo emocional durante el proceso de recuperación.

Además de estos enfoques de tratamiento, adoptar un estilo de vida saludable puede ser beneficioso. El ejercicio regular, una dieta equilibrada, un sueño adecuado y la reducción del estrés pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y el bienestar general.

Es importante recordar que la depresión es una enfermedad tratable y que la recuperación puede llevar tiempo. El tratamiento debe ser personalizado y adaptado a las necesidades individuales de cada persona. Si tú o alguien que conoces está lidiando con la depresión, es fundamental buscar ayuda profesional. Los médicos, psicólogos y otros profesionales de la salud mental están capacitados para proporcionar evaluaciones adecuadas y recomendar el mejor plan de tratamiento.

¿Es efectiva la psicología en el tratamiento de la depresión?

DEPRESIÓN EN ADULTOS – La psicología juega un papel fundamental en el tratamiento de la depresión y se ha demostrado que es una intervención efectiva para abordar esta enfermedad mental. La terapia psicoterapéutica, en particular la terapia cognitivo-conductual (TCC), ha demostrado ser altamente beneficiosa en el manejo de la depresión en diferentes grados de gravedad.

La TCC se basa en la idea de que nuestros pensamientos, emociones y comportamientos están interconectados, y que podemos cambiar nuestra forma de pensar y comportarnos para mejorar nuestro bienestar emocional. Esta terapia se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamientos negativos y los comportamientos poco saludables que contribuyen a la depresión.

Durante las sesiones de TCC, los psicólogos trabajan con los pacientes para identificar y desafiar las distorsiones cognitivas, como la autocrítica excesiva o la tendencia a ver las situaciones de forma negativa. Se enseñan técnicas y estrategias para reemplazar los pensamientos negativos por pensamientos más realistas y saludables. Además, se fomentarán cambios en el comportamiento y se brindarán habilidades de afrontamiento para ayudar a las personas a manejar el estrés y enfrentar los desafíos diarios.

La TCC también puede abordar temas subyacentes que contribuyen a la depresión, como las experiencias traumáticas pasadas, los patrones de relación disfuncionales o los desafíos en la resolución de problemas. Al ayudar a las personas a comprender y abordar estos problemas, la terapia psicológica puede contribuir a un cambio positivo y duradero.

Es importante tener en cuenta que la eficacia de la psicología en el tratamiento de la depresión puede variar según la persona y la gravedad de la enfermedad. Sin embargo, numerosos estudios respaldan la eficacia de la TCC en el alivio de los síntomas depresivos y en la prevención de recaídas a largo plazo. La terapia psicológica también puede complementar otros enfoques de tratamiento, como la medicación, y mejorar los resultados generales.

Es esencial buscar un psicólogo, para recibir terapia adecuada y personalizada. Estos profesionales tienen la formación y experiencia necesarias para evaluar, demostrar y brindar el tratamiento adecuado para la depresión.

En resumen, la psicología, especialmente la terapia cognitivo-conductual, ha demostrado ser una intervención efectiva en el tratamiento de la depresión. Proporcione a las personas las herramientas y habilidades necesarias para desafiar y cambiar los patrones de pensamientos negativos, manejar el estrés y mejorar su bienestar emocional. Si estás lidiando con la depresión, buscar ayuda profesional es fundamental para iniciar un camino hacia la recuperación.

Depresión postparto

DEPRESIÓN EN ADULTOS – Los cambios de estado de ánimo en las mujeres gestantes son un hecho frecuente. Las alteraciones hormonales inherentes al embarazo son el principal factor responsable de los mismos. No obstante, algunas otras modificaciones de la vida de la mujer embarazada también pueden encontrarse en el origen de una depresión; la fatiga y falta de sueño, el cambio radical en su modelo de vida, anulación de hobbies y tiempo libre, las dudas sobre su capacidad para ser madre o el impactante cambio de su figura corporal.

Por todo ello es normal que tras el parto (también pueden darse episodios durante el embarazo) la reciente mamá se sienta ansiosa e irritable y con sentimientos de tristeza. El conjunto de estos síntomas es denominado como ‘depresión postparto‘.

Esta alteración emocional es más común de lo que podemos creer y sus síntomas desaparecen normalmente sin ningún tipo de intervención. Sin embargo, en algunos casos, lejos de desaparecer los síntomas se agravan o bien aparecen mucho más tarde, uno o más meses después de tener al bebé. Puede aparecer desde unas pocas semanas después del parto hasta un año después (aunque en la mayoría de las ocasiones ocurre en los primeros tres meses).

Los hombres también pueden sufrir los síntomas de la depresión postparto. Cuando un hombre acaba de ser padre es normal que sufra cambios emocionales, especialmente si se trata de un padre primerizo cuyo estilo de vida cambia radicalmente con la llegada del bebé.

A diferencia de las mujeres en las que las hormonas juegan un papel importante, la depresión postparto en los hombres depende de la situación social, emocional y económica en la que se encuentra el reciente papá.

El hombre puede sentir que ha sido desbancado por un nuevo integrante de la familia que precisa de toda la atención, y puede verse desplazado del lugar que ocupaba en la familia, excluido de decisiones y de afecto.

Si es difícil identificar en las mujeres la depresión postparto, en los hombres es aún más difícil ya que tienden a ser menos demostrativos y suelen tener mayor dificultad para expresar sus alteraciones emocionales. Los síntomas más habituales que puede ser una alerta son: Alejamiento de la pareja, irritabilidad, intolerancia, insomnio, tristeza, refugio exagerado en los amigos o incluso en el alcohol.

Diferencia entre la Depresión y la Ansiedad

DEPRESIÓN EN ADULTOS – La depresión y la ansiedad son dos trastornos de salud mental que a menudo se confunden debido a que comparten algunos síntomas similares. Sin embargo, es importante comprender la diferencia entre ellos para poder identificar adecuadamente los problemas emocionales y buscar el tratamiento adecuado.

La depresión se caracteriza por una profunda tristeza, desesperación y pérdida de interés en actividades que solían ser placenteras. Las personas con depresión pueden experimentar cambios en el apetito y el sueño, fatiga persistente, dificultades cognitivas y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. La depresión tiende a afectar a múltiples aspectos de la vida de una persona y puede durar semanas, meses o incluso años.

Por otro lado, la ansiedad se caracteriza por una sensación de preocupación y miedo excesivo que puede ser desproporcionado a la situación. Las personas con trastornos de ansiedad pueden experimentar síntomas físicos como palpitaciones, dificultad para respirar, sudoración, temblores y problemas gastrointestinales. También pueden tener dificultades para aumentar, irritabilidad y problemas para conciliar el sueño. La ansiedad puede manifestarse en diferentes trastornos, como trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, fobias o trastorno de estrés postraumático.

Mientras que la depresión se caracteriza por una profunda tristeza y pérdida de interés, la ansiedad se caracteriza por una sensación abrumadora de miedo y preocupación. Aunque ambas condiciones pueden coexistir y una persona puede experimentar síntomas de ambas, también pueden presentarse de manera independiente.

La diferencia fundamental radica en la naturaleza de los síntomas principales. En la depresión, la tristeza y la falta de interés son los síntomas predominantes, mientras que en la ansiedad, los síntomas se centran en el miedo y la preocupación excesiva. Es importante tener en cuenta que la depresión y la ansiedad son trastornos distintos, pero también pueden superponerse y presentarse en conjunto.

El tratamiento para la depresión y la ansiedad puede variar, aunque a menudo se utilizan enfoques similares, como la terapia psicoterapéutica y, en algunos casos, la medicación. Sin embargo, es importante buscar una evaluación adecuada por parte de un psicólogo para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento individualizado.

Distimia

DEPRESIÓN EN ADULTOS – La distimia, también conocida como trastorno distímico, es un trastorno del estado de ánimo crónico y de larga duración que se caracteriza por una tristeza persistente y baja autoestima. A diferencia de la depresión mayor, los síntomas de la distimia son menos intensos pero se mantienen durante un período prolongado, generalmente al menos dos años en adultos (un año en niños y adolescentes).

Es un trastorno de carácter depresivo crónico, caracterizado por problemas de autoestima y un estado de ánimo melancólico, triste y apesadumbrado, pero que no cumple con todos los patrones diagnósticos de la depresión al tener síntomas más moderados pero que al ser tan duradera afecta seriamente a la felicidad de la persona.

Las personas con distimia pueden experimentar síntomas como falta de energía, pérdida de interés en actividades cotidianas, dificultades para tomar decisiones, cambios en el apetito y el sueño, baja autoestima y una sensación general de malestar emocional. Estos síntomas pueden afectar negativamente el funcionamiento diario y las relaciones personales.

Aunque los síntomas de la distimia son menos graves que los de la depresión mayor, la persistencia de los síntomas puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona. Las personas con distimia pueden tener dificultades para disfrutar de las cosas, mantener un buen rendimiento laboral o académico y tener relaciones personales satisfactorias.

Es importante destacar que la distimia no es simplemente un «estado de ánimo bajo» o una personalidad pesimista. Es un trastorno mental reconocido que requiere atención y tratamiento adecuado. Si no se trata, la distimia puede aumentar el riesgo de desarrollar depresión mayor.

El tratamiento para la distimia puede implicar una combinación de terapia psicoterapéutica y medicación. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es uno de los enfoques más comunes utilizados para abordar los patrones de pensamiento negativo y promover estrategias de afrontamiento saludable. Los antidepresivos pueden recetarse para ayudar a estabilizar el estado de ánimo y aliviar los síntomas.

El apoyo social y la educación sobre el trastorno también son componentes importantes del tratamiento de la distimia. Es fundamental que las personas con distimia busquen la ayuda de profesionales de la salud mental capacitados, como psicólogos o psiquiatras, quienes pueden evaluar adecuadamente los síntomas, proporcionar un diagnóstico preciso y recomendar el tratamiento más adecuado.

En resumen, la distimia es un trastorno del estado de ánimo crónico y de larga duración que se caracteriza por una tristeza persistente y baja autoestima. Aunque los síntomas son menos intensos que los de la depresión mayor, la persistencia puede tener un impacto significativo en la vida diaria. El tratamiento, que puede incluir terapia psicoterapéutica y medicación, puede ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas con distimia.

Los síntomas de la distimia duran al menos 2 años. La persona hace vida normal pero su calidad de vida no es buena por el carácter pesimista y desesperanzado que produce en el día a día. Entre los síntomas en adultos:

  • -Pérdida de interés en las actividades diarias.
  • -Sentirse triste o deprimido.
  • -Desesperación.
  • -Falta de energía.
  • -Fatiga.
  • -Baja autoestima.
  • -Dificultad para concentrarse.
  • -Dificultad para tomar decisiones.
  • -Autocrítica.
  • -Rabia excesiva.
  • -Disminución de la productividad.
  • -Evitar actividades sociales.
  • -Sentimientos de culpa.
  • -Falta de apetito.
  • -Comer en exceso.
  • -Problemas del sueño.

Diferencia entre la Depresión y la Distimia

DEPRESIÓN EN ADULTOS – La depresión y la distimia son dos trastornos del estado de ánimo que comparten algunas similitudes, pero también tienen diferencias importantes. Es fundamental comprender estas diferencias para poder identificar adecuadamente los problemas emocionales y buscar el tratamiento adecuado.

La depresión mayor es un trastorno del estado de ánimo más conocido y diagnosticado. Se caracteriza por una tristeza profunda, pérdida de interés en actividades cotidianas, cambios en el apetito y el sueño, fatiga, dificultades cognitivas y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. Los síntomas de la depresión mayor suelen ser más intensos y pueden afectar significativamente en la vida diaria de una persona.

Por otro lado, la distimia es un trastorno del estado de ánimo crónico y de larga duración. Los síntomas de la distimia son menos intensos que los de la depresión mayor, pero se mantienen durante un período prolongado, generalmente al menos dos años en adultos. Las personas con distimia experimentan una tristeza persistente, baja autoestima, pérdida de interés en actividades y dificultades para disfrutar de la vida. Aunque los síntomas son menos intensos, la persistencia a largo plazo puede afectar negativamente el bienestar emocional y el funcionamiento diario.

Otra diferencia importante es la duración de los episodios depresivos. En la depresión mayor, los episodios depresivos pueden ser de varias semanas o meses, seguidos de períodos de remisión o síntomas menos severos. En la distimia, los síntomas depresivos son más persistentes y están presentes durante la mayor parte del tiempo, aunque pueden fluctuar en intensidad.

Es fundamental tener en cuenta que tanto la depresión mayor como la distimia son trastornos de salud mental que requieren atención y tratamiento adecuado. Ambos trastornos pueden afectar negativamente la calidad de vida y el bienestar emocional de una persona. Sin embargo, el tratamiento puede variar según el trastorno y las necesidades individuales.

En general, el tratamiento para la depresión mayor y la distimia puede incluir terapia psicoterapéutica, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), y, en algunos casos, medicación. La TCC ayuda a las personas a identificar y cambiar los patrones de pensamientos negativos ya desarrollar habilidades de afrontamiento saludable. Los antidepresivos pueden recetarse para aliviar los síntomas y estabilizar el estado de ánimo.

En resumen, la depresión mayor y la distimia son dos trastornos del estado de ánimo con diferencias en cuanto a la intensidad y duración de los síntomas. La depresión mayor se caracteriza por episodios depresivos intensos y puede tener un impacto significativo en la vida diaria, mientras que la distimia implica una tristeza persistente pero menos intensa a lo largo del tiempo. Ambos trastornos requieren atención profesional y tratamiento adecuado para mejorar el bienestar emocional de las personas afectadas.

Más informacion sobre depresión

Test para detectar una posible depresión

Más informacion sobre depresión enmascarada