La Obesidad y el Sobrepeso no solo son enfermedades que conllevan graves problemas de salud física, sino que también conllevan problemas psicológicos que en la mayoría de los casos, los pacientes no saben cómo controlar.

Dichos trastornos psicológicos varían de una persona a otra y dependiendo del paciente, las causas son múltiples y variadas.

En muchos casos de Obesidad y Sobrepeso, el paciente reconoce y es consciente de que tiene una enfermedad que le ocasiona otros problemas de salud (diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión, problemas óseos…), sin embargo, no encuentra la motivación suficiente para llevar a cabo un programa de adelgazamiento saludable compuesto por tratamiento médico, nutricional y deportivo.

La falta de motivación lleva al paciente obeso a experimentar sentimientos intensos de frustración debido a la escasez de recompensas después del esfuerzo realizado.

En todos los casos de obesidad, la pérdida de peso es, y debe ser, lenta y progresiva, sobre todo al principio, para garantizar no volver a recuperar el peso perdido, pero este hecho supone que el paciente obeso se impaciente y quiera ver resultados positivos desde el principio; el paciente obeso desea que su trabajo y el enorme esfuerzo que realiza modificando dietas, controlando la comida y haciendo ejercicio físico, se manifieste en la báscula rápidamente, y cuando no lo consigue o la pérdida de peso no es suficiente,el paciente se impacienta, siente frustración y corre el peligro de abandonar el tratamiento debido a la escasez de resultados.

La ansiedad en el paciente obeso puede producirse por distintas causas y mantenerse en distintos grados según las características personales de cada paciente.

Una causa común de ansiedad en los pacientes con Sobrepeso y Obesidad suele ser precisamente, lo que provoca que tengan exceso de peso, es decir, en muchos casos, los pacientes obesos comen para calmar la ansiedad que sufren debido a otras causas (estrés laboral, problemas o cargas familiares…), e intentan remediarla comiendo lo primero que les apetece y a cualquier hora, es decir, abusan del picoteo. Han aprendido a calmar la ansiedad mediante la comida, desean controlarlo y pararlo, pero no pueden, convirtiéndose esto en un problema para lograr bajar de peso.

Otra causa de ansiedad, que además puede convertirse en ansiedad crónica, es la que se produce por el mantenimiento prolongado de las situaciones de frustración. Si el paciente obeso espera resultados positivos y rápidos en la pérdida de peso, y éstos no se producen, la ansiedad aflora y puede dar lugar a desmotivación e incluso abandono del tratamiento.

Por otra parte, durante el programa de tratamiento para la pérdida de peso en la que el paciente tiene que adaptarse a la educación alimentaria propuesta por el médico y/o el nutricionista, en el que debe controlar qué come y en qué cantidades, en ocasiones provoca que el paciente vea la comida como ‘’tentaciones’’ que debe vencer y el sólo hecho de tener que evitarlas le supone un estado de ansiedad incontrolable y que en muchos casos suele acabar en picoteo o atracón.

La baja autoestima es un rasgo muy común que podemos encontrar en los pacientes obesos o con sobrepeso porque en la mayoría de los casos, los pacientes manifiestan no sentirse en sintonía con su cuerpo. De la mano de la autoestima van las relaciones familiares y sociales.

En el Gabinete de Psicología acompañamos a la persona en los tratamientos de obesidad, para potenciar la autoestima y la fortaleza necesaria para conseguirlo.


A continuación podemos escuchar a la directora del área clínica del Centro de Psicología, Montserrat Guerra, hablando de la Obesidad desde una Perspectiva Psicológica en una entrevista en Onda Cero Radio.

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