¿Afectan las emociones al cuerpo?

Me encanta empezar un artículo para el blog con una pregunta por una sencilla razón: las preguntas nos hacen cuestionarnos cosas, ¿verdad? Al realizarnos esa cuestión, estamos tomando una actitud proactiva para intentar resolver la duda que se nos plantea.

Ese es el camino que tenemos para volver a recuperar nuestra esencia (la salud plena u óptima): la actitud.

Mi nombre es David González Arribas, soy fisioterapeuta de profesión, aunque ese título no me define. Me considero un buscador de la Salud, y una persona que por suerte, ha sentido qué es la Salud plena. Ese rincón que debería ser nuestra luz y nuestra guía de nuestro día a día y que rara vez lo sentimos (incluso hay personas que nunca lo descubren). Gracias a haber tenido esa suerte, estoy en disposición de ayudar aun más a los pacientes que pasan por mis manos.

Vamos con la cuestión que nos ocupa hoy. ¿Afectan las emociones al cuerpo físico? Y si la respuesta es afirmativa, ¿cómo es posible?

Son muchas las corrientes que explican los mecanismos del dolor. Desde 1987, año en el que la Quebec Task Force publicó un estudio en el que afirmaba que la mayoría de pacientes con dolor cervical no presentaban ninguna patología estructural (es decir, no había daño físico como hernias, protrusiones, fracturas, etc), se empezó a investigar, y más tarde a desarrollar, el modelo biopsicosocial del dolor.

Muchos son los autores que han hablado acerca de ello. David Butler y Lorimer Moseley tienen un libro fantástico llamado Explain the pain (Explicando el dolor). En él hay multitud de estudios y evidencia científica de cómo afectan las emociones y pensamientos en nuestro dolor y recuperación.

Siguiendo una progresión que he observado durante los más de 11 años que llevo ejerciendo, el 90% de las lesiones que me encuentro en consulta siguen el siguiente patrón: estrés/alteración emocional…alteración bioquímica…alteración estructural.

El cuerpo humano (y la Salud) lo tenemos que entender como lo que verdaderamente es: una unidad. Dentro de esa unidad hay micronichos (por hacer una analogía con el mundo del marketing). Esos micronichos son los distintos sistemas: endocrino, circulatorio, nervioso, pulmonar, digestivo, sexual, muscular, etc. Todos ellos están en constante comunicación. Dentro de esa unidad, tiene mucho que decir los pensamientos y las emociones.

El simple hecho de pensar en algo estresante, genera una reacción bioquímica en el cuerpo en forma de inflamación. Después surgen 2 opciones:

– Esa inflamación la mantenemos en el tiempo (debido a que el estrés no baja). Debido a ese mantenimiento constante, puede haber diferentes sistemas que lleguen a verse implicados.

– Esa inflamación se junta a un gesto brusco, con lo que provocamos una tensión muscular mantenida que puede dar dolor local o irradiado. Este es un breve resumen de cómo están interrelacionadas las esferas emocional, bioquímica y estructural en nuestro cuerpo.

Si este artículo es de interés, próximamente publicaremos más con claves prácticas de las 3 esferas para que tu salud se vea beneficiada.

Gracias por tu atención.

Fdo: David González Arribas es Fisioterapeuta en behealthysantander. Nº Colegiado: 39/1120.