Mi imagen en redes sociales

El YO Digital: Mi imagen en redes sociales VS mi imagen real

La directora del Gabinete Montserrat Guerra ha hablado en el programa “Más de Uno” de Onda Cero Cantabria, sobre un tema cada vez más interesante y crucial para nuestra salud mental en la era digital: el ego digital, también conocido como mi imagen en redes sociales.

Vivimos en un mundo donde no solo existe nuestra identidad real, sino también otras versiones de nosotros mismos que proyectamos, especialmente en las redes sociales. Nuestra imagen en redes sociales va desde la foto que elegimos en el WhatsApp o la frase que ponemos de estado, o incluso si al comunicarnos lo hacemos con muchos emoticonos o con pocos…

¿Qué son los tres tipos de ego que componen nuestra identidad: el yo real, el yo idealizado y el yo digital o mi imagen en redes sociales, ¿y cómo influyen en nuestra salud mental?

Guerra ha definido los tres tipos de «yo» que todos podemos tener:

• El yo real: Es el núcleo de nuestra identidad, la versión auténtica de quienes somos, incluyendo nuestras fortalezas, debilidades, emociones y valores. Se vincula con una salud mental equilibrada cuando nos aceptamos tal como somos, sin necesidad de validación externa.
• El yo idealizado: Es la versión de nosotros/as mismos/as que aspiramos a ser. Es la versión «perfecta», puede ser una fuente de motivación, pero también generar frustración, baja autoestima o ansiedad si la distancia entre el yo idealizado y el yo real es demasiado grande o inalcanzable.
• El yo digital o mi imagen en redes sociales: Representa cómo mostramos nuestra imagen en redes sociales y otros espacios digitales. Generalmente, es una versión seleccionada y curada de nosotros/as mismos/as, enfocada en destacar aspectos positivos o deseables. Si bien puede ayudarnos a conectar con otros/as, también puede fomentar una desconexión con el yo real y promover una validación basada en «likes» o interacciones, lo cual puede derivar en inseguridades o insatisfacción.

Montserrat ha comentado que esto tiene gran influencia, porque cada vez es más difícil no tener redes, y cada vez pasamos más tiempo en el mundo digital.

Desequilibrio entre el ego real y el ego digital o mi imagen en redes sociales

Cuando el yo digital o la imagen que tenemos en redes sociales domina sobre el yo real, puede surgir una desconexión emocional, inseguridad o incluso patologías como depresión, ansiedad y trastornos de la personalidad.

Impacto de la exposición constante

En redes sociales, la comparación con los «yos digitales» de los demás puede hacer que nos sintamos insuficientes, afectando a nuestra autoestima y a nuestra imagen real.

Efectos positivos

Sin embargo, si manejamos estos egos con conciencia, pueden ser herramientas útiles para el crecimiento personal, la autoaceptación y la conexión social.

Por todo ello, la pregunta que nos puede surgir según la directora del gabinete es… ¿Cómo podemos distinguir entre un «yo digital» saludable y uno patológico?

Guerra ha comentado que distinguir entre un «yo digital o mi imagen en las redes sociales» saludable y uno patológico requiere observar cómo nos relacionamos con nuestra identidad virtual y cómo esta influye en nuestra percepción y comportamiento.

Características de un yo digital positivo o mi imagen en redes sociales:

• Concordancia con el yo real: El contenido que compartimos en redes sociales refleja nuestras verdaderas emociones, valores y estilo de vida, sin necesidad de exagerar o falsear. Por lo que la imagen que tenemos en las redes sociales debe concordar con nuestro yo real.
• Límites claros: El yo digital no consume nuestra vida fuera de las redes. Las interacciones digitales no definen completamente nuestra autoestima o bienestar emocional.
• Flexibilidad: Se puede desconectar sin ansiedad. No hay una obsesión por publicar constantemente o por una necesidad de validación externa de nuestra imagen en redes sociales.

Características de un yo digital patológico o mi imagen en redes sociales:

• Desconexión del yo real: El yo digital presenta una imagen exagerada o completamente ficticia de nosotros/as mismos/as, a menudo para buscar aceptación o admiración. Es decir, la imagen que creamos para las redes sociales dista mucho de nuestro yo real.
• Consecuencias en la salud mental: Ansiedad, depresión o trastornos como la dismorfia corporal digital (percepción distorsionada del cuerpo debido a filtros o ediciones), es decir, llega un momento en el que no nos reconocemos en el espejo. En este momento el yo real pierde contra el digital y una consecuencia de esto puede ser la dificultad para conectar con los demás, debido a la discrepancia entre la identidad digital y la real.

¿Nos podemos quedar «enganchados» de algunos egos digitales ajenos y vivirlos como reales, no entendiendo que son personajes creados?

Guerra ha afirmado que es posible quedarnos «enganchados» a egos digitales ajenos y vivirlos como reales, ya que las redes sociales están diseñadas para mostrar versiones idealizadas y cuidadosamente seleccionadas de las personas. Esta desconexión entre lo que vemos y la realidad puede llevarnos a:

• Idealizar figuras públicas o influencers: Muchas veces vemos a personas famosas o figuras públicas como modelos de vida perfecta, ignorando que gran parte de su contenido es creado estratégicamente para impactar o vender.
• Fantasías proyectadas: En algunos casos, lo que admiramos no es tanto la persona real sino el ideal que hemos creado basado en su contenido digital. Ya que las redes nos alimentan de aquello que sabe que nos gusta, si, por ejemplo, nos gusta la moda o los coches el algoritmo empieza solo a mostrar eso, llevándolo hasta el extremo.
• Falta de información real: Las redes sociales suelen eliminar el contexto de lo que vemos, haciendo que asimilemos su identidad digital como su «yo real».

¿Qué consecuencias puede tener no distinguir la realidad del mundo digital?

• Comparación constante: Compararnos con estos egos digitales puede llevarnos a frustración, baja autoestima y sentimiento de insuficiencia.
• Apego emocional a personajes ficticios: Podemos llegar a obsesionarnos con un influencer o famoso, siguiendo sus publicaciones con una conexión emocional como si fueran cercanos o reales en nuestra vida, perdiendo el pensamiento crítico.
• Distorsión de la percepción: Creemos que estas vidas idealizadas son la norma, y esto afecta cómo percibimos nuestro propio éxito o felicidad.

¿Cómo se puede lograr el equilibrio entre el yo real y mi imagen en redes sociales?

Guerra ha concluido la entrevista hablando de la importancia de la educación digital, es decir, es muy importante que, desde el colegio, instituto, escuelas de padres y madres se enseñe a identificar los efectos negativos de las redes sociales y cómo filtrar contenido dañino.

También es importante ser conscientes de lo que a menudo proyectamos de nosotros/as mismos/as, tanto en interacciones cotidianas como en la imagen que damos en redes sociales como WhatsApp u otras. Esto nos lleva a reflexionar sobre si estamos siendo auténticos/as o si nuestras palabras y actitudes están condicionadas socialmente.

Fomentar la autenticidad y ser nosotros/as mismos/as es esencial para construir relaciones genuinas y saludables, así como crear una imagen realista en nuestras redes sociales. Si sentimos que estamos perdiendo esa conexión con nuestra verdadera esencia, buscar apoyo psicológico puede ser de gran ayuda. Hablar de estas cuestiones con un profesional nos permite tratarlas de forma objetiva y avanzar hacia un mayor bienestar personal.

A través del siguiente enlace puedes escuchar la entrevista completa: Escuchar entrevista