Trastornos de la Alimentación

Gabinete de Psicología Montserrat Guerra
problemas-sexuales

Los Trastornos de la Alimentación cada día son más frecuentes y preocupantes en nuestra sociedad.

La obesidad infantil y la obesidad mórbida en adultos están avanzando progresivamente en nuestro país, como lo hizo en décadas anteriores la anorexia o la bulimia. También están apareciendo nuevos trastornos como el Trastorno por Atracón, la Ortorexia o la Vigorexia.

Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones con amigos y familia, problemas de pareja, incluso autolesiones o ideas suicidas, etc.

Es necesario acudir a un psicólogo ya que un abordaje profesional del problema evitará la cronificación de cualquiera de los Trastornos o su agravamiento.

Algunos de los trastornos de la alimentación más habituales son:

  • Anorexia Nerviosa: Intento de reducir el peso corporal al mínimo utilizando el ayuno.
  • Bulimia Nerviosa: Conducta parecida a la anorexia en el intento de reducir el peso, en este caso el paciente come compulsivamente (atracones) para después provocarse el vómito.
  • Bulimarexia: Unión de Bulimia y Anorexia alternándose en el mismo periodo de tiempo.
  • Comedores Compulsivos o Trastorno por Atracón: La ingesta de alimentos es más rápida y periódica de lo normal, comen en exceso, lo que provoca problemas de ansiedad, sobrepeso, problemas de autoestima, malos hábitos alimenticios, etc.
  • Ortorexia: Obsesión patológica por la comida sana y la dieta.
  • Vigorexia: Obsesión por un cuerpo perfecto. La dedicación al ejercicio físico es excesiva, incluso se puede abusar de fármacos y dietas, pudiendo llegar al dopaje.
  • Obesidad: No es propiamente un trastorno pero se relaciona con ellos, y es uno de los problemas más frecuentes y se relaciona con mala alimentación, hábitos no saludables, herencia biológica… Se puede definir la obesidad como un síndrome clínico caracterizado por un aumento de la proporción del tejido adiposo en relación con el peso corporal total. La obesidad mórbida es la manifestación máxima.

En un alto número de casos, las personas tienen trastornos en la alimentación sin que sus familias o amigos sospechen que tienen un problema. Conscientes de que su conducta no es normal, las personas con trastornos en la alimentación pueden retraerse del contacto social, ocultar su conducta y negar que sus patrones de alimentación sean problemáticos. Por eso, el principal inconveniente es detectarlo ya que raramente desaparecen por sí solos y dejarlos sin tratamiento puede tener consecuencias graves.

Una vez que el psicólogo ha identificado problemas importantes que requieren atención y desarrollado un plan de tratamiento, ayuda al paciente a reemplazar pensamientos y conductas destructivos por otros más positivos. Por ejemplo, el psicólogo y paciente pueden trabajar juntos para concentrarse en la salud en lugar del peso. Sin embargo, simplemente cambiar los pensamientos y conductas del paciente no es suficiente. Para garantizar una recuperación duradera, se deben explorar los problemas psicológicos subyacentes al trastorno de la alimentación.

Anorexia nerviosa:

La anorexia nerviosa es una enfermedad específica caracterizada por una pérdida autoinducida de peso acompañada por una distorsión de la imagen corporal.

Síntomas de la Anorexia Nerviosa:

Para que podamos realizar un diagnóstico de anorexia nerviosa deben darse los siguientes criterios:

  • Existe un rechazo a mantener el peso corporal normal considerando la edad y la talla.
  • Existe miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso (obesidad), incluso estando por debajo del peso normal.
  • Existe alteración de la percepción del peso o la silueta corporal, exageración de su importancia o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.

En las mujeres existe la presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos.

Dentro del trastorno de alimentación encontramos Anorexia nerviosa de tipo restrictivo: cuando el paciente no suele recurrir a la provocación del vómito, laxantes… y utiliza la restricción alimentaria para controlar su peso, y la Anorexia nerviosa de tipo compulsivo / purgativo en la que sí que se dan atracones y/o purgas con laxantes o vómitos voluntarios.

Desencadenantes de la Anorexia Nerviosa

La anorexia nerviosa es un síndrome de la sociedad occidental, opulenta y solvente en la que además encontramos la moda de la delgadez, divulgada a través de los medios de comunicación. En el tercer mundo, donde el alimento es escaso y la delgadez no es una moda, no encontramos este tipo de patología.

Tanto hombres como mujeres pueden sufrir esta enfermedad, aunque tiene más incidencia en las mujeres ya que el factor cultural incide con más fuerza; En las últimas décadas la mujer ha pasado de un rol femenino tradicionalmente pasivo (en el que la mujer permanecía en el hogar y su función se limitaba al cuidado de los otros miembros de la unidad familiar) a un rol activo lleno de exigencias en el que la mujer debe además, competir con el otro género en terrenos en los que antes no competía (fuera del hogar, en la universidad, en el trabajo, en los deportes,…).

La sociedad predispone para que aparezca esta patología pero es necesario que se den otras variables personales, familiares y contextuales.

En la base de la anorexia nerviosa encontramos un sentimiento de inadecuación. Las personas se sienten “defectuosas”, impotentes, superadas y pasivas.

Bulimia Nerviosa:

La bulimia nerviosa junto con la anorexia nerviosa son trastornos de la alimentación que se manifiestan principalmente en jóvenes previamente sanos, en los que aparece un miedo paralizante a engordar.

Para que podamos realizar un diagnóstico de bulimia nerviosa deben darse los siguientes criterios:

  • La presencia de atracones recurrentes es un factor clave en el diagnóstico de una bulimia nerviosa. Un atracón se caracteriza por:
    • Ingesta de alimentos en un corto espacio de tiempo, en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en las mismas circunstancias.
    • Sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (por ejemplo sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo).
  • Existen conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son la provocación del vómito; el uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; el ayuno, y el ejercicio excesivo.
  • Estos atracones y conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses.
  • La autoevaluación de quien padece bulimia nerviosa está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales.

En un trastorno de bulimia nerviosa, al igual que en la anorexia, se describen los subtipos bulimia nerviosa purgativa y bulimia nerviosa no purgativa en función de lo que el paciente emplea para controlar la ansiedad, la culpa y el peso corporal, que pueden ser laxantes y vómitos, o bien, en la modalidad no purgativa, restricción alimentaria y/o ejercicio físico.

Índice de masa corporal según la Organización mundial de la salud:

El Índice de Masa Corporal es una medida de asociación entre el peso y altura de una persona. A pesar de que no hace distinción entre los componentes grasos y no grasos de la masa corporal total, éste es el método más práctico para evaluar la obesidad y la delgadez extrema.

Se calcula según la expresión matemática:

formula

Donde la masa o peso se expresa en kilogramos y la estatura en metros.

tabla

El valor obtenido no es constante, sino que varía con la edad y el sexo. También depende de otros factores, como las proporciones de tejidos muscular y adiposo.