Ayuda en Niños adoptados
Ayuda en Niños adoptados
Los padres de niños adoptados pueden sentirse en ciertos momentos desorientados y superados por reacciones y conductas de sus hijos que no acaban de entender. Son dudas y preocupaciones que conviene manejar con tiento y, si es necesario, recurrir a la ayuda de un psicólogo.
Muchos padres necesitan, además de una adecuada y larga preparación previa a la adopción, el acompañamiento posterior por parte de especialistas que les ayuden a interpretar qué les “dice” su hijo con sus conductas.
Algunos de los problemas más comunes que presentan estos niños son cuando la adopción se produce en años posteriores a los de bebé son:
Problemas de adaptación: los niños adoptados tienen una gran capacidad de adaptación, pero siempre con un límite. Son capaces de aprender muchas cosas que les servirán de ayuda en su nueva vida, pero pueden necesitar una atención especial para superar los problemas de adaptación que puedan tener.
Miedo al abandono: los deseos de ser aceptado desde el principio harán que el niño adoptado muestre una actitud agradable en un primer momento. Al mismo tiempo tendrá una cierta desconfianza
Oposición a todo: frecuentemente, el niño con el tiempo se puede volver desobediente, con conductas no correctas y entra en un proceso de oposición a todo. Un psicólogo especialista en estos temas puede ayudar a comprender que esto puede ser una fase más en el proceso de adaptación y aprenderlo a canalizar.
Comportamiento infantil: puede ser que el niño muestre actitudes inmaduras. Esto se puede deber a una añoranza de la infancia no vivida. Es algo normal pero desconcertante. Los padres tienen que marcar los tiempos de estas regresiones, pues es algo normal e indicativo de que su adaptación es positiva.
Trastornos de vinculación: El tema de la trasmisión de los orígenes es un tema difícil de abordar por muchas familias. En muchos casos es necesario acudir a un psicólogo que nos ayude a abordar este asunto tan necesario para un niño adoptado.
Desde la perspectiva parental, la atención adecuada a las demandas educativas que plantean estos niños supone un estrés en los padres adoptivos (Katz, L. 1986). Estos deben poseer los recursos de afrontamiento necesarios para ir superando las continuas dificultades que surgen. Algunas pautas que deben tener en cuenta los padres son:
- Normas. Para ayudarles es recomendable explicarles las reglas de forma clara y concisa, sin «broncas» interminables.
- Hay que motivarles a sentirse a gusto tal y como son. Felicitándoles por sus pequeños y grandes logros, haciéndoles ver lo valiosos que pueden ser y enseñándoles a aceptar las cosas buenas y malas de sus vidas.
- Es bueno inculcarles la creatividad e iniciativa. Si son emprendedores podrán adaptarse más rápidamente a la vida en familia.
- Hay que prepararle e informarle cuando se vaya a producir una circunstancia que pueda afectar a aspectos vitales del niño. Se trata de evitar situaciones inesperadas que podrían crearle confusión y rechazo.
- Los padres adoptantes tienen que ser capaces de comprender los sentimientos de dolor que puede tener un niño que no está creciendo con sus padres biológicos.
- Hay que tener paciencia y aceptar que el niño no ha sido formado desde el inicio por nosotros.
Tener un hijo implica muchos cambios y encontrar un nuevo equilibrio es algo que se consigue con el esfuerzo de todos.