Depresión Enmascarada. -En muchas ocasiones, dolores físicos como cefaleas, molestias gastrointestinales y dolor de espalda pueden tener un origen psicológico. Estos síntomas pueden ser la somatización de un trastorno psicológico, como la depresión, pasando a llamarse depresión enmascarada.
La persona que padece depresión enmascarada pone muchos esfuerzos en averiguar qué es lo que produce su malestar físico. Toma todo tipo de fármacos prescritos (o no) por su médico, como antiinflamatorios, analgésicos, somníferos o antiácidos con la esperanza de que desaparezcan los síntomas.
Pero rara vez hay mejora, y el paciente sigue yendo a todo tipo de profesionales. Como tanto la vía farmacológica como otras vías enfocadas a solucionar lo orgánico fallan, muchos denominan a la depresión enmascarada como la “frustradora de especialistas” porque, hasta que no se plantea el origen psicológico, los síntomas físicos no desaparecen.
Entre los síntomas físicos más comunes de esta modalidad de depresión, en la que se somatiza el malestar psicológico convirtiéndolo en síntomas físicos, tenemos:
La depresión enmascarada parece ser común en niños y niñas, que pueden acabar somatizando su malestar psicológico en todo tipo de problemas más evidentes como hiperactividad, cambios en el carácter, problemas de alimentación, conducta agresiva, conductas antisociales, trastornos del aprendizaje…
Montserrat Guerra habla en Onda Cero sobre “la depresión enmascarada”. Se cree que casi el 10% de las personas que acuden a los centros de Asistencia Primaria quejándose de dolores físicos realmente están padeciendo depresión y solamente la mitad de ellos recibe un diagnóstico adecuado.
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